Descubre ¿Cómo educar a un hijo rebelde?

Parece que, en cada etapa del desarrollo de su hijo, hay un momento en el que se volverá rebelde, a veces es la terrible etapa de los dos años o el incómodo período de angustia de la adolescencia. Pero intente tener calma, busque ayuda, asesoría y aprenda cómo educar a un hijo rebelde.

CÓMO EDUCAR A UN HIJO REBELDE

Índice de Contenido

Algunas ideas sobre cómo educar a un hijo rebelde

Aunque algunas veces la lista de problemas parece crecer y ahogarnos, es importante comenzar por conocer las causas fundamentales del comportamiento rebelde de un niño, para saber cómo manejar dicho comportamiento, esto puede ayudar a evitar que se vea atrapado en una batalla interminable con sus hijos.

Usted de tener muy claro que su hijo es una persona independiente, con pensamientos y sentimientos que pueden no siempre coincidir con los suyos y que usted debe aprender a valorar y respetar.

Pero cuando los sentimientos de estos emergen como un comportamiento rebelde, puede ser difícil aprender cómo manejarlos y sobre todo ayudar a superarlos. Lo que debemos evitar a toda costa, como padres, es imponer nuestros sentimientos, ignorando los de ellos, créame puede funcionar en una que otra oportunidad, pero no siempre. Pruebe alguno de estos consejos para una resolución de conflictos eficaz:

1-Tome en cuenta la edad de su hijo

Preguntarse ¿cómo educar a un hijo rebelde? es muy frecuente entre los padres. Lidiar con una persona rebelde puede ser difícil, pero debe ajustar su enfoque y las posibles soluciones según la edad de su hijo. Si bien puede tener una conversación sincera de corazón a corazón con un adolescente, no tendrá mucho sentido tener una conversación prolongada con un niño pequeño, en edad preescolar o de primaria.

Con los niños más pequeños, es mejor mantener conversaciones breves sobre su comportamiento rebelde, con un vocabulario simple para que este lo pueda entender. Por ejemplo: Sé que estás molesto, pero no tiramos nuestros juguetes, aunque estemos disgustados. Es una mejor forma de dirigirte a un niño, que empleando un tono acusatorio.

2-Controle sus emociones

Esto puede ser especialmente difícil, ya que poner freno a las acciones rebeldes de su hijo puede ser un poco desafiante, pero imprimir demasiada emoción a sus reprimendas por el comportamiento del chico no es beneficioso. Un tono negativo en cualquier interacción que tenga con el niño o joven dificulta que cualquiera de los dos llegue a la causa de esta conducta.

CÓMO EDUCAR A UN HIJO REBELDE

Además, debe modelar la forma correcta de expresar sentimientos como la infelicidad o la frustración ante su hijo y resulta bastante difícil convencer a un niño rebelde de cualquier edad de que debe seguir sus instrucciones, cuando les gritas. Es importante que aprendan a diferenciar que se puede gritar en un partido, pero no en conversaciones difíciles. En el caso de los niños más pequeños, concéntrese en tácticas cómo:

  • Hacer que se sienten.
  • Contar hasta cierto número, generalmente 10.
  • Practicar la respiración lenta para ayudar a calmarse.

3-No tome el papel de dictador

Sí, sabemos que eres el padre o madre, pero no debes abordar tu papel como un dictador. Si bien es perfectamente normal manejar la mayoría o casi todas las elecciones y decisiones de un niño cuando es muy pequeño, no se puede esperar que eso dure para siempre.

Incluso los niños pequeños deben tener la opción de elegir algunas cosas, sin importar su edad. Los niños que fueron criados por padres autoritarios en los años preescolares, son menos competentes y les cuesta mucho adaptarse, diferente de aquellos que pudieron disfrutar de padres un poco más democráticos.

Suponiendo que su hijo no está presionando por obtener más libertad para hacer algo peligroso, darles un poco más de independencia en realidad podría ayudar a reducir su rebeldía. Con los niños más pequeños, puede intentar cosas simples, como dejarlos elegir su atuendo para el día o su próxima comida.

Con los chicos mayores, pueden ser opciones condicionales que dependan de que sigan los límites establecidos. Por ejemplo, pasar el rato con amigos, aumentar las mesadas o tener acceso al automóvil familiar, son grandes motivadores para alentar a los jóvenes potencialmente rebeldes a seguir ciertas normas.

4-Deje claro los límites

La mayoría de los adultos sabemos que los hijos a menudo se rebelan porque quieren poner a prueba los límites establecidos, ver hasta dónde pueden llegar antes de enfrentar las consecuencias. Entonces, cuando no ha dejado claro dónde están esos límites, usted no está exento de culpa aquí.

Es importante crear pautas y ceñirse a ellas, si tiene reglas muy estrictas en su hogar, podría ser el momento de revisarlas y considerar cuáles podrían necesitar una actualización y un poco más de flexibilidad, pues nadie quiere vivir bajo un pulgar indefinidamente.

Un ejemplo muy simple, usted no querría trabajar para un jefe que te mantiene atado con una correa increíblemente corta. Por lo tanto, suponiendo que su hijo rebelde no se haya involucrado en un comportamiento riesgoso o delictivo, no le ate con una correa tan corta, porque resulta asfixiante.

En todo, la buena comunicación es clave y debe incluir a sus hijos, especialmente cuando se van haciendo mayores. Al momento de cambiar las reglas y las posibles consecuencias de romperlas, debe incluirlos en la conversación.

5-Debe apegarse a las reglas

Una vez que haya establecido las pautas de comportamiento y otras normas del hogar, además de las posibles consecuencias cuando se rompen, los padres o el encargado de los chicos debe ser firmes al hacerlas cumplir. Las reglas no significarán mucho para su hijo si este puede romperlas sin enfrentar repercusiones de ningún tipo.

6-Recuerde que pueden cometer errores

Nadie es perfecto, recuerde eso. Por lo tanto, si su hijo parece estar saliendo de una etapa rebelde, no se sorprenda si hay errores o momentos regresivos, eso puede suceder. Lo más importante es ser coherente con sus expectativas y recordar todos los aspectos positivos de su hijo. Evite concentrarse siempre en lo negativo o actúe como si un simple desliz lo hace un fracasado, tampoco es señal de que no cumpliste con tus deberes de crianza.

¿Tu hijo es desobediente?

Este problema afecta a más niños de los que crees, generando conflictos que afectan la dinámica familiar. La constante desobediencia es un comportamiento que es muy dañino para el desarrollo de su hijo y causa serios trastornos en la familia, desencadenando tensión emocional, estrés y agresividad. Por eso hay que prestar atención a los principales signos de este comportamiento e intentar corregirlo lo antes posible.

Lo más importante es identificar si su hijo es desobediente y determinar si su comportamiento puede ser un problema a largo plazo. Los profesionales aseguran que a partir de los 2 o 3 años los primeros signos de estas conductas nocivas ya son visibles, siendo más comunes en los niños que en las niñas. El patrón de comportamiento es la desobediencia, la rebelión y la hostilidad constante hacia cualquier figura que involucre autoridad: padre, hermanos mayores, maestros.

Si su hijo nunca le escucha, protesta y hace lo que quiere sin obedecer o seguir las recomendaciones, tienes un problema que necesita solución. Para ayudarlo, le damos algunas pautas y recomendaciones que lo ayudarán a manejar estas actitudes:

Paso 1

Una de las mejores técnicas para lidiar con un niño rebelde es motivarlo, reforzando los aspectos positivos y corrigiendo los negativos. Para cambiar un comportamiento negativo, es recomendable una actitud colaborativa.

Deje que su hijo hable, así conocerá sus preocupaciones más profundas y luego explique con calma las consecuencias de su comportamiento, siendo lo ideal llegar a un acuerdo después de esta conversación y establecer un compromiso.

Paso 2

Trate de nunca perder los estribos ante la actitud de su hijo, incluso si es muy difícil. Controle su enojo tanto como sea posible, solo así podrá encontrar una solución al problema. Una técnica útil es acercarse a su hijo para mantener un contacto visual constante y desde esa posición, decirle con firmeza que su actitud no es aceptable.

Paso 3

Establecer rutinas que su hijo pueda realizar, mantenga un horario y un ritmo de vida constante para corregir la desobediencia y asegúrese de que tenga una vida ordenada, de lo contrario, será imposible seguir las reglas. En el día debe tener horarios establecidos para comer, jugar, hacer la tarea, descansar y ver televisión, esto promueve el equilibrio.

Paso 4

Aclare las reglas y los límites, si es preciso escriban en una hoja las mismas. Esto es fundamental para establecer barreras entre lo que se debe y lo que no se debe hacer, Por supuesto deben ser razonables, claras y apropiadas para la edad de su hijo. No exija más de lo que su hijo puede hacer y debe explicar el por qué y los beneficios de cada estándar. Además, usted debe saber dar órdenes.

Paso 5

El refuerzo positivo es la clave para cambiar el comportamiento de su hijo. Una recompensa eventualmente ayudará a que su hijo comprenda lo beneficioso de seguir normas y abandone poco a poco las actitudes no deseadas. Cuando mencionamos el término recompensa, no consiste en algo material, mayormente debes premiar las buenas actitudes con apoyo, amor y palabras de agradecimiento.

¿Qué hacer cuando el adolescente es rebelde?

La peor pesadilla de muchos padres es tener un joven rebelde, un chico que muchas veces hace su propio camino destructivo por la vida, ignorando todo lo que le han enseñado, negándose a acatar las reglas, causando caos en las vidas que toca.

El miedo es tan grande que algunos padres se preocupan por todo lo que hacen sus adolescentes y toman incluso el comportamiento normal, como una señal segura de que sus hijos se dirigen al borde del acantilado.

Otros padres hacen lo contrario, ignoran las señales de advertencia obvias, con la esperanza de que sea solo una fase y que sus hijos crecerán y la superarán por si solos. Con esa actitud muchos perdieron de vista las alarmas y evidencias que se notaban a simple vista.

No se rinda, si bien es una situación difícil y en muchas oportunidades no tiene ni idea cómo educar a un hijo rebelde, tenga presente que no hay una respuesta mágica y fácil. Recuerde que eres su padre y el más interesado en que tenga la mejor vida posible.

Cada individuo es diferente y tomará sus propios desvíos, es por eso que cada situación debe evaluarse individualmente. Consultar a un profesional es bueno cuando tenemos dudas e inseguridades con respecto a nuestra manera de obrar.

Sin embargo, a veces es necesario tomar medidas más drásticas, sobre todo si un adolescente es una amenaza para sí mismo o para los demás. Buscar la ayuda de profesionales bien capacitados y sitios donde puedan monitorearlo las 24 horas del día resultan una opción.

Siempre existirá la tentación de alejarse, levantar las manos y rendirse, realmente muchas personas lo han pensado, pero el trabajo de los padres es estar, porque mientras su hijo grita: «¡Déjame en paz!» más debe acercarse emocionalmente a su vida.

Entienda que, aunque cada acción y palabra de algunos adolescente están diseñadas para alejar a los padres, en el fondo anhelan que su mamá y su papá se mantengan firmes, sigan intentándolo y estén allí para él sin importar nada.

Si este artículo fue de su agrado, no deje de visitar otros temas interesantes de nuestro blog: 

(Visited 17 times, 1 visits today)

Deja un comentario