El conductismo es un movimiento bastante conocido en psicología y en esta oportunidad es propicio hablar sobre el Condicionamiento operante. Es uno de los modos con mayor variedad en la actualidad y por esta razón, corresponde hacer seguimiento de esta interesante lectura.
Índice de Contenido
Condicionamiento operante
Sin duda alguna que el condicionamiento operante es un arma poderosa para combatir vicios desde el tabaquismo hasta la ingesta excesiva de alcohol. Además, combate la mayoría de las fobias que padece el ser humano. Con algunos elementos en intervención, podrán modificarse ciertas conductas hasta lograr el máximo bienestar. Por otro lado, ningún pupilo que estudia psicología puede pasar por alto la Teoría de Freud, un pilar fundamental de la cátedra.
Antecedentes
El concepto de condicionamiento operante fue acuñado por Burrhus Frederic Skinner, que se valió de otros catedráticos y sus postulados para llegar a esta definición que sería definitiva. Antes que Skinner trajera a luz pública este neologismo, Ivan Pavlov y John B. Watson hablaron de un condicionamiento simplista o pavloviano.
Otro nombre importante que surge mediante horas de estudio y de grandes análisis es el de Edward Thorndike, para establecer la ley del efecto. La misma consiste en que si una conducta tiene connotaciones favorables o positivas, es probable que sufra de repeticiones constantes. Por el contrario, si la conducta es negativa, la posibilidad de repetición queda reducida al mínimo.
En la obra de Thorndike, el condicionamiento operante recibe el adjetivo de “instrumental” como apoyo a los primeros catedráticos que no desligaron la esencia original de esta herramienta muy útil en psicología.
Diferencia entre el clásico y operante
El primero está basado en la información de aprendizaje por causa de los estímulos. Mientras tanto factor de aprendizaje en el operante es por consecuencia en las respuestas de tales estímulos. Skinner sostiene que la manipulación de la conducta es favorable siempre y cuando los estímulos estén asociados a las consecuencias o respuestas de ellos.
En el condicionamiento clásico todo el aprendizaje depende del reflejo, pero en realidad no es un conocimiento significativo para el ser humano, porque no hay una visualización de las respuestas o consecuencias de la conducta. En virtud que el reflejo es más limitado, el ser humano puede controlar su conducta a raíz del condicionamiento operante.
Conceptos
En este apartado estarán presente todas las definiciones que engloban al condicionamiento operante. Las orientaciones conductuales comparten cada uno de ellos en medio de sus procedimientos.
Respuesta instrumental u operante
Determina que todas las conductas tienen una consecuencia bastante definida, aunque puede variar en función de su respuesta. Como lo indica su nombre, su objetivo es obtener algo, desde el ángulo instrumental y que opera en cualquier medio. Para efectos de la teoría conductista, la palabra “respuesta” está asociada directamente con “conducta” y por eso, hay mayor presencia de estímulos antecedentes.
Consecuencia
En materia cognitiva y conductual, es el resultado de una respuesta. Siempre será positiva o negativa. De ser positiva, la consecuencia será vista como un refuerzo; de suceder todo lo contrario, como un castigo. En el sujeto, la primera consecuencia mejorará su capacidad de respuesta; en el segundo, disminuirá drásticamente.
Las respuestas, para bien o para mal, siempre serán afectadas por las consecuencias. Por tanto, el condicionamiento operante refuerza o castiga la conducta de todos los seres humanos, dependiendo de lo que ellos realicen con sus acciones, que a la postre tendrá alguna consecuencia, buena o mala. Por esta razón, la filosofía conductista plantea hacer hincapié en aquello que puede cambiar, que en los factores que permanecen estáticos.
Reforzamiento
Consiste en aquellas consecuencias y conductas que poseen un patrón repetitivo circular, es decir, cuando son positivas existe un grado alto de volver a ocurrir una y otra vez, debido a su propio aumento. El reforzamiento es benigno, porque al hacer las cosas bien, una recompensa estará esperando para estimular la capacidad de respuesta y las acciones. Si es consecuencia negativa, habrá reprimendas y el estímulo permanecerá minusválido hasta no revertir la situación.
Para mencionar un poco el reforzamiento negativo, hay que clasificarlo a través de respuestas de evitación y de escape. Las conductas de evitación están presentes para que los estímulos opuestos no hagan acto de presencia. Por ejemplo, un individuo que padece de agorafobia prefiere mantenerse resguardado en su casa, antes de sufrir un cuadro agudo de ansiedad en la calle. Las respuestas de escape simplemente tienden a desaparecer.
Hay que manejar este término con sumo cuidado, porque la acción de “reforzar” es un evento otorgado por la consecuencia benigna o maligna, pero no aplica en las instrucciones de premiar o castigar a alguien. Dicho esto “reforzador” está asociada con las recompensas, pero nunca con la acción de castigar.
Castigo
Permite que las consecuencias y estímulos no se repitan bajo ninguna circunstancia. Paradójicamente hay castigos positivos, en caso de suprimir por completo la presencia de un estímulo aversivo. Por su parte, el castigo negativo elimina a todos los estímulos de carácter apetitivo.
El castigo positivo está relacionado a sanciones leves, como los padres cuando reprenden a un hijo con no ofrecerles golosinas al no hacer la tarea. El negativo si trae implicaciones serias, como una multa millonaria o pagar con cárcel por un crimen cometido.
Estímulo discriminativo y delta
Un estímulo consiste en cada evento que genera una respuesta, en materia de psicología. Este elemento está presente en seres humanos y animales. El estímulo discriminativo representa el aprendizaje que tiene una persona que si comete una consecuencia positiva, tendrá su recompensa, pero si actúa mal, el castigo será propicio. El estímulo delta es un poco más neutral, porque de existir respuestas de esta índole, no tendrá ningún tipo de consecuencias: ni buenas ni malas.
¿En qué consiste?
Es un procedimiento de aprendizaje que mide la opción que una consecuencia se repita las veces que sean necesarias. Todas las respuestas dependen exclusivamente de las consecuencias y los estímulos, que son quienes controlan la conducta humana y animal. Los más importantes son los discriminativos, porque ellos contienen información esencial para determinar si las respuestas a las consecuencias son convincentes.
Por ejemplo, un cartel en un establecimiento público que diga “abierto” posiblemente el cliente al girar la manecilla, podrá abrir la puerta y acceder al lugar. La acción de abrir la puerta es conocida como reforzamiento positivo de la respuesta instrumental.
Análisis conductual de Skinner
F. Skinner desarrolló un sinfín de técnicas de condicionamiento operante que vale la pena conocer. El estudioso hizo hincapié en los niños con déficit de desarrollo para explicar un poco mejor el concepto de condicionamiento instrumental.
La primera esencia del análisis conductual de Skinner es el siguiente: establecer una meta conductual como primer paso, que aumenta o reduce el comportamiento. En función de esto, habrán conductas que son necesarias reforzar o desarrollar, para de este modo incentivar su reducción hasta lograr un estado inhibido de las mismas.
Skinner define que para el ser humano en pleno análisis en su condicionamiento operante es la renuncia de los reforzadores que establecer un castigo positivo, porque así no será rechazado. En algunos casos muy puntuales, el castigo positivo tiene diversas utilidades si el individuo es violento y si requiere inmediatamente una sanción para que baje la guardia, porque de continuar con esa conducta, el rechazo será tan colectivo que convertirá en un ser marginado.
El monitoreo para evaluar el condicionamiento operante es fundamental, porque así los especialistas dilucidarán si se están cumpliendo con las metas conductuales. Por esta razón, los psicólogos tendrán a mano un registro de datos para llevar el historial de sus pacientes, que generalmente son niños con problemas de desarrollo.
Técnicas operantes para desarrollar conductas
El reforzamiento positivo es tan importante que refiere en buen modo al condicionamiento operante de los demás. Sin embargo, requiere de procesos adicionales hasta consolidar cada uno de los objetivos. A continuación, los procedimientos:
Técnicas de instigación
La transgresión de los estímulos discriminativos es el objetivo que persigue una técnica de instigación. El propósito de esta manipulación es conllevar a la conducta a que se repita a cada instante, porque por supuesto será tan positiva que su evolución será favorable. En sí, las conductas están regidas por una serie de instrucciones que incrementan el reforzamiento. Por ejemplo, hay una guía física, en que se pide al paciente que mueva diferentes partes del cuerpo.
En esa misma técnica hay un modelo, el cual el paciente debe visualizar para que practique el modelado, que en otras palabras reduce a seguir muy de cerca los patrones de movimiento que ejecuta el modelo. Al imitar los movimientos prevalece una consecuencia, esa es la que tendrá una valoración en la técnica. En síntesis, la técnica de instigación enseña a la persona a cómo realizar una acción.
Moldeamiento
Existen muchas conductas, buenas, malas, positivas o negativas, pero la misión en psicología es acercar cada una de ellas a una “conducta objetivo”. Las respuestas serán tan parecidas a lo que el sujeto pretende lograr, por eso es designado como moldeamiento. Los pasos de este procedimiento son progresivos, es decir, de no lograr el primer avance, el sujeto no mostrará una evolución para dar el siguiente. Es útil para los individuos que poseen serios problemas para comunicarse a través de su habla.
Desvanecimiento
Consiste en la renuncia de los instigadores o ayudas que se habían implementado para consolidar la meta conductual. La intención es que el ser humano no necesite de una conducta objetivo para desarrollar acciones. El condicionamiento operante fomenta que ellos sean independientes en el sentido que sus respuestas y estímulos sean aptos para desarrollarse en medio de una sociedad. Siguiendo muy de cerca esta idea, las Habilidades sociales son trascendentales para relacionarse con otras personas en una misma entidad.
Es uno de los conceptos primordiales en el condicionamiento operante, porque la evolución de los pacientes es fructífera en medio de terapias, hasta que logren respuestas muy desenvueltas o espontáneas. Por su parte, cada estímulo discriminativo será suplantado por otros.
Encadenamiento
No hay que confundir este término con limitación, encierro o aprisionar los estímulos. El encadenamiento esconde en su interior una serie de conductas simples hasta formar las compuestas. Todas las conductas están contenidas en los eslabones, que el usuario debe aplicar al pie de la letra como lo sugiere un especialista.
El orden de los eslabones no altera el resultado definitivo, porque el estímulo discriminativo es reforzado con el siguiente si el proceso es aplicado hacia adelante y hacia atrás. Por ejemplo, todos los atributos o talentos que pueden demostrar los seres humanos como tocar un instrumento, saber nadar, bailar o practicar una actividad en particular es por causa del encadenamiento, porque las habilidades básicas constantemente se unen para mejorar su propia competencia.
Programas de reforzamiento
Son aquellas herramientas que tendrá el especialista y el paciente para mejorar sus habilidades, re fortalecer los estímulos y premiar la conducta cuando lo amerita o castigar si es necesario. Hay dos programas esenciales: el de razón y el de intervalo. Para el primer caso, el reforzador apenas se obtendrá cuando prevalezca una cantidad sustancial de estímulos. En el intervalo sucede exactamente lo mismo, bajo un esquema de tiempo prudencial para que la conducta tenga oportunidad de repetirse.
También pueden ser fijos o variables, pero esto dependerá del intervalo de tiempo y la cantidad de respuestas obtenidas. Los refuerzos pueden ser constantes hasta llegar a un valor determinado que pondere un promedio requerido. A su vez, pueden ser estáticos e intermitentes, cuando la recompensa se dé cada vez que las consecuencias son positivas.
Mientras el proceso de reforzamiento esté constante en los seres humanos, significa que las conductas van a mejorar en todos los sentidos. De este modo, un perro le dará la pata a su amo, a medida que él ofrezca una recompensa por ser obediente y bien portado en el hogar. Posteriormente, el animal doméstico dará la pata como muestra de gratitud por la recompensa recibida. Esta conducta no será intermitente, siempre y cuando el amo brinde el reforzador cada instante que el perro así lo merezca.
Metodologías para reducir o eliminar conductas
Una vez conocido el concepto de condicionamiento operante, también es interesante descubrir las teorías para simplificar o eliminar conductas. Para muchos, estas técnicas no son muy agradables para los individuos, por ello es ideal utilizar los más “amigables” para que logren adaptarse. En los efectos de castigos positivos es indispensable eliminar conductas, porque estos patrones no son bien vistos cada vez que repiten su función.
Extinción
Es el momento en que una conducta deja de recibir su recompensa respectiva. De ocurrir este fenómeno, presenta el riesgo que las respuestas no se repitan como antes, al no haber un incentivo externo. La extinción es muy favorable para eliminar el castigo positivo, al reducir el número de respuestas por consecuencias que ameritan la sanción. Es un proceso lento, pero productivo cuando es indispensable su accionar.
Un ejemplo de extinción es cuando un niño es ignorado mientras hace pataletas en medio de un llanto, porque así se calmará automáticamente. El infante percata que su conducta no tendrá consecuencias mayores y por ende dejará de llamar la atención de sus padres con el llanto.
Entrenamiento de omisión
Por más que el sujeto tenga conductas aprobatorias, habrá una ausencia de recompensas por la calidad de sus respuestas. En otras palabras, aunque la respuesta esté bien, el reforzador no estará presente como un gran incentivo.
Por ejemplo, los padres están en su derecho de prohibirle los videojuegos a su hijo por haberles faltado el respeto o alzarles la voz en medio de un desafío a la autoridad. La secuencia de no reforzar implica al momento que los padres no están dispuestos a comprar los juguetes de navidad para su hijo, porque recientemente está portándose mal.
Finalmente, con la omisión de una recompensa permitirá que los seres humanos valoren el esfuerzo realizado por terceras personas. Es una manera de demostrar que las cosas hay que ganárselas a pulso para así recibir la gratificador basada en el reforzamiento de una respuesta positiva.
Programas de reforzamiento diferencial
Es una categoría secundaria en cuanto al programa de reforzamiento estándar descrito en este post. En esta oportunidad no es indispensable eliminar las conductas por completo, pero si simplificarlas para que otras tomen su lugar. Por ejemplo, un hijo será premiado por sus padres cuando le observan leer un libro o ser disciplinado en los ejercicios. No habrá reforzamiento si permanece horas enteras jugando en su consola.
Coexiste un reforzamiento de tasas bajas en las respuestas, pero estas se manejarán en función del tiempo en que haya aparecido la última. En el diferencial de omisión si hay un reforzamiento, pero no estará presente en primera instancia, sino un lapso posterior de aprobar la respuesta positiva.
Coste de respuesta
Está relacionado con el castigo negativo mientras prevalezca una conducta problemática en el sujeto. De no cambiar su proceder, tampoco habrá reforzador que valga en estas instancias. Por ejemplo, el sistema automotriz español maneja un tarjetón de puntos para determinar qué tan buenos son sus conductores o en algún momento han infringido la ley, como manejar en estado de ebriedad.
Tiempo fuera
Es un asunto delicado que consiste en aislar al sujeto, que generalmente son niños que presentan conductas problemáticas insostenibles. Es semejante al coste de respuesta cuando no hay reforzador ante lo reprobable de las respuestas que emiten. También es conveniente saber todo sobre Apego emocional, que puede ser tan peligroso como un paciente al que se aplica tiempo fuera.
Saciación
En esta oportunidad si hay un refuerzo que recibe la persona por las respuestas y sus consecuencias. El meollo del asunto consiste en que este reforzamiento es tan significativo que pierde el valor de un momento a otro.
Aparece el concepto de conducta masiva, que también es positiva, pero de tanto repetirse una y otra vez, su cualidad apetitivo queda absolutamente devaluado.
Sobrecorrección
Es una manera de corregir a los sujetos con ayuda de un castigo positivo. Por ejemplo, es natural que la madre solicite al hijo que lave las sábanas al orinarse por enuresis.
Organización de contingencias
Es un hecho complejo que permite estudiar cada una de las conductas positivas y negativas, para reforzar o castigar. La economía de fichas es una acción bastante famosa en el mundo psicológico, porque es una gran alternativa en efectos de organizar tales contingencias.
No obstante, también son utilizados otros tipos de reforzadores que desprenden en un mundo genérico, pero que son un equivalente extraordinario de no contar con un sistema de fichas a la mano.
Acerca de Skimmer
Fue un psicólogo y filósofo social nacido en Pensilvania en 1904, falleciendo en 1990. Entre su legado dejó el concepto de conductismo, que a su vez aspira a complementar el condicionamiento operante para evaluar la respuestas y todas las consecuencias que ellas traen en la vida de seres humanos y animales. Se hizo famoso por un experimento conocido como «la superstición de las palomas» en 1948.
Este procedimiento consistió en introducir a ocho palomas en una caja llamada «caja de Skinner» en la que recibieron su respectiva alimentación.
El científico estuvo al tanto de todos los estímulos o respuestas que emitieron las aves mientras permanecieron encerradas.
Lo más destacado de este proceso es que las palomas adquirieron un condicionamiento operante. Por ejemplo, una de las ocho aves aprendió a rondar la casa simulando las manecillas del reloj, dando vueltas en ese sentido.
Todas las palomas tenía un comportamiento particular conducido por la idiosincrasia, siendo un suceso inesperado por parte de Skinner, que cada una de ellas desarrollara una respuesta distinta y no uniforme como lo esperaba de estas aves.
Un rumor que todavía está en tela de juicio el daño psicológico que hizo Skinner en su hija Déborah al introducirla en la caja Skinner, tal como lo hizo con las palomas. Para su infortunio, Déborah perdió la razón en este experimento que aparentemente no había sido el único con humanos.
La propia hija del científico en un momento determinado estableció declaraciones para desmentir que había perdido la razón cuando era participe en los trabajos conductistas de él.