Causas del apego emocional, síntomas y tipos
Para muchos este tipo de vínculo afectivo en el que se pretende encontrar protección, seguridad y cuidado, conocido como el Apego emocional, puede ocurrir entre las parejas, niños, familiares, amigos y personas en general. Sigue leyendo este interesante artículo y conoce más de la “trampa emocional” que supone el apego.
Apego emocional
El apego es una de las trampas emocionales en las que resulta fácil caer. Sentirse bien en una relación, ya sea de pareja, familiar o de amigos, es lo que toda persona busca. Pero de allí a la dependencia emocional hay una línea muy delgada que debe respetarse. El apego emocional es esa dependencia que se da entre dos personas y que impide la total autonomía de quienes conforman la relación.
En el caso de las parejas, el apego emocional puede resultar dañino ya que, si la relación termina, es mucho más difícil aceptar y superar la separación. En las relaciones de dependencia, uno de los miembros de la pareja siempre estará supeditado a la otra persona y siente que su felicidad y bienestar sólo dependen del otro.
El apego emocional fue descrito y estudiado por primera vez por el psicólogo John Bowlby, en 1958, cuyas teorías aún permanecen vigentes. En su término primigenio, el apego emocional acusaba el vínculo que se crea entre un niño y su progenitor o cuidador. Según Bowlby, este comportamiento es normal debido a que el infante necesita tener como referente a una figura estable que le ayude para su adecuado desarrollo cognitivo y emocional.
Pese a que el apego se suscita en los primeros años de infancia, el tipo de apego determina la manera en que la persona se relaciona con los demás en su vida adulta, principalmente en sus relaciones de pareja. De allí que existan diferentes tipos de apego emocional, los cuales deben ser gestionados de manera eficaz para lograr sanidad emocional.
Tipos de apego emocional en adultos
En los adultos, el apego emocional suele presentarse en las relaciones amorosas, que van en función del “estilo de apego” que se desarrolló durante la infancia. A continuación se explican los tipos de apego emocional que presentan los adultos y que se manifiestan en el contexto de las relaciones de pareja que sostienen.
Estilo de apego seguro
Durante su infancia, estas personas contaron con el afecto y la aceptación de sus padres y demás familiares, quienes les demostraron cariño, disponibilidad, seguridad y empatía. Las emociones de estas personas fueron reguladas desde niños por medio del afecto y de la incondicionalidad.
De adultos, estos individuos se vinculan con sus parejas de forma sencilla. Pueden depender emocionalmente de sus parejas y que estas dependan de ellas sin que por ello se genere algún conflicto. Disfrutan de las relaciones íntimas en el aquí y el ahora. No se preocupan por lo que pueda suceder después, ya sea el fin de la relación o continuar hacia un mayor compromiso. Expresan abiertamente sus necesidades, sentimientos y deseos, así como pueden escuchar y atender las necesidades y requerimientos del otro.
Estilo de apego evitativo
Estos niños tuvieron padres que se comportaron con ellos de forma distante y fría. El contacto afectivo era casi inexistente e, incluso, tardaron en atender las necesidades sentidas de los hijos. Durante sus primeros años, estos infantes eran dejados en segundo plano, muchas veces relegado y hasta olvidado. Tal vez los padres también recibieron poco afecto de sus progenitores, lo que creó una “cadena de desinterés y desatención”.
Al crecer, estos niños se convierten en adultos que sienten incomodidad y molestia cuando sus parejas exigen una mayor intimidad. Tienen gran dificultad para confiar en su pareja. No suelen depender emocionalmente de éstas y evitan a toda costa cualquier manifestación o expresión de afecto.
Estilo de apego ansioso/ambivalente
En este estilo de apego los niños buscaban en todo momento mantenerse cerca de su figura de apego. Dependían mucho de este referente; el solo pensar en la separación de éstos les generaba mucha ansiedad. Niños cuyos padres o madres se comportan de forma incoherente, pensando solamente en su bienestar personal sin tomar en cuenta el de sus hijos. Este comportamiento crea gran dependencia por parte de los niños, quienes viven en una constante zozobra ante la posible pérdida de sus progenitores.
Los adultos que crecieron bajo este tipo de apego emocional son personas inseguras y temerosas. Viven acosadas por el miedo de perder a su pareja, por lo que buscan generar vínculos muy estrechos con éstas, como tener hijos, para evitar la separación. Este comportamiento, en lugar de atraer, aleja a la pareja, quienes se sienten acosados. Son personas altamente dependientes de sus parejas.
Estilo de apego desorganizado/desorientado
Los padres de estos niños se comportaron de manera confusa e impredecible durante la crianza de sus hijos. En algunos momentos les brindaban afectos y, en otros, se mantenían totalmente distantes, como si no hubiera conexión alguna entre ellos. Se trata de padres muy irresponsables y negligentes al momento de cuidar al niño y de mostrarle afecto.
Estos niños resultan bastante afectados y se les dificulta desarrollar un patrón conductual claro. Al crecer, se sienten amenazados por su entorno y desarrollan comportamientos que resultan inconexos, aunque en el fondo se trata de mecanismos de defensa como una coraza ante los posibles sufrimientos.
Las relaciones de pareja de estos adultos resultan ser muy problemáticas y traumáticas, con altos y bajos emocionales. Por un lado, temen ser abandonados pero, por el otro evitan intimar en demasía. Pueden llegar a desarrollar apego emocional hacia sus parejas si se sientes rechazadas, pero también pueden sentirse ahogados si la pareja quiere mayor cercanía. No hay coherencia entre lo que siente y cómo actúan.
Síntomas del apego emocional en adultos
Como se ve, el apego emocional tiene su origen en las formas de relación que se establecen entre el niño y la persona adulta que le cuida ¿Cómo saber si tu o tu pareja sienten apego emocional? ¿Se presentan algunos síntomas de este comportamiento? A continuación se presentan algunos síntomas, de acuerdo con los estilos de apego, que servirán se referencia para saber si existe dependencia emocional dentro de tu relación.
Síntomas del estilo de apego seguro
- Los miembros de la pareja aceptan depender emocionalmente el uno del otro.
- Se sienten agradecidos por la tranquilidad y bienestar de la pareja.
- Disfrutan de compartir tiempo en pareja pero también saben darse su espacio.
- Sienten confianza y seguridad sobre los sentimientos de afecto que se expresan.
- Viven en el “aquí y el ahora”. No se preocupan por la posibilidad de que la relación fracase, aunque saben que es uno de los posibles escenarios. Disfrutan plenamente de la relación.
- Aceptan con respeto y madurez cuando uno de los miembros no desea continuar con la relación, pese al dolor que esto pueda ocasionarles.
- Disfrutan de la intimidad natural de la pareja y de estar juntos.
Síntomas del estilo de apego evitativo
- Son fríos y distantes con la pareja.
- Se sienten incómodos cuando la pareja busca mayor proximidad e intimidad.
- Eviten toda forma de dependencia emocional de su pareja.
- Se les hace difícil mostrar sus emociones y sentimientos.
- Prefieren las relaciones a distancia.
- Valoran mucho la autonomía e independencia, incluso por encima de la relación.
- Superan rápidamente los rechazos, puesto que no dan mayor importancia a las relaciones de pareja.
- La pareja no es la prioridad.
Síntomas del estilo de apego ansioso/ambivalente
- Sustentan su felicidad casi de forma exclusiva en la relación de pareja.
- Viven con el temor constante de que su pareja los abandone.
- Se sienten muy inseguros cuando están lejos de la pareja.
- Su energía, emociones y pensamientos diarios están directamente vinculados con la relación de pareja.
- Buscan interpretar todo el tiempo lo que hace o dice la pareja.
- Con frecuencia sienten que el amor no es recíproco, por lo que tienden a exigir muchas manifestaciones de amor por parte de la pareja.
Síntomas del estilo de apego desorganizado/desorientado
- Se desenvuelven en una relación de amor-odio con la pareja.
- Son relaciones conflictivas, traumáticas y tóxicas.
- Dan la sensación de que lo que sienten no concuerda con lo que hacen.
- Tienen gran propensión a desarrollar un trastorno límite de la personalidad o también uno histriónico.
- Sus comportamientos confunden a la pareja con respecto de sus sentimientos.
- Pueden ser dependientes de sus parejas si temen ser abandonados o sienten algún tipo de rechazo. En caso contrario, cuando en la pareja quien da muestras de dependencia, se sienten ahogados e incómodos.
Consejos para eliminar el apego emocional
Una vez que se haya identificado la presencia del apego emocional debes aceptarlo, enfrentarlo y buscarle solución al problema. Es necesario erradicar la toxicidad dentro de la relación, pues de lo contrario será mucho más vulnerable y corres el riesgo de fracasar. Cuando en una relación el destino y la felicidad propios están en manos del otro, es necesario actuar de manera inmediata para corregirlo. Aquí algunos consejos.
Eleva tu autoestima
Son muchas las personas que sustentan sus relaciones de pareja en la búsqueda de protección, seguridad y afecto, esperando que el otro brinde lo que, en un principio debe partir de sí mismas. La seguridad, la autovaloración y el amor propio deben nacer de ti mismo y no puede depender de otras personas o cosas.
Así que acéptate tal cual eres, ámate, cuídate, regálate tiempo de calidad, perdona tus errores y reconoce tus virtudes. Si te das el valor que realmente tienes no necesitarás que otro te reafirme como persona. De esta manera tus relaciones serán saludables porque están basadas en el amor mutuo que se profesan dos personas que se aman y se valoran a sí mismas.
Aprende a estar solo
Esta es una de las prácticas más difíciles pero más necesarias para erradicar el apego emocional: aprender a estar solo, poder estar contigo mismo. Si huyes perennemente de la soledad terminarás relacionándose con las personas desde la dependencia y el apego emocional.
No hay nada de malo en estar solo, así que disfruta de tu soledad. Para ser feliz no necesitas de la presencia o compañía de otros; basta con que lo desees y trabajes para ello y lo lograrás. De seguro te sentirás muy bien cuando logres estar en paz y a gusto contigo mismo. Procúrate momentos de disfrute en soledad, haz las paces contigo, cura tus heridas y disfrutas. Comenzarás a ver la vida de otro color.
Ten claros tus objetivos
Bien dice el adagio “para quien no sabe a dónde va cualquier camino sirve”. Si no sabes lo que realmente quieres y esperas es muy difícil que lo encuentres. Recuerda que las personas con dependencia emocional suelen perder de vista sus objetivos por someterse a las ideas y pensamientos del otro. Se aferran de tal manera a los sueños de su pareja, y de los planes en conjunto, que olvidan los propios.
No tiene nada de malo que tengas objetivos personales y que trabajes por ellos. En una relación sana, la pareja se motiva para alcanzar las metas, propias y compartidas. Establece límites claros dentro de tu relación, determina a qué estás dispuesto a renunciar por el bienestar de la pareja sin que ello atente contra tu tranquilidad. Pero eso sí, nunca olvides tus metas y sueños.
Sé asertivo
Para reconquistar la independencia emocional y personal debes ser asertivo. No temas mostrarte tal cual eres, mucho menos decir lo que piensas, siempre que lo hagas sobre la base del respeto. Si tu pareja es una persona muy segura, haz tú lo mismo y reafirma tu seguridad. No tienes por qué sentirte inferior. Comunica y expresa lo que sientes y deseas, haz valer tu voz. Así recuperarás tu autonomía y te sentirás mejor contigo mismo.
Superar el apego emocional en la pareja
Aunque el apego emocional suele presentarse en todo tipo de relaciones, el ámbito de las relaciones románticas y de parejas suele ser en el que más se desarrollan. Una relación de pareja es la unión voluntaria de dos personas, libres e independientes, que deciden juntarse para ser más felices. Pero esta felicidad no se crea, sólo se aumenta. Porque cada quien debe ser feliz por sí mismo, sin necesidad del otro.
No caigas en el error, por demás común, de creer que tu felicidad depende de tu pareja. Recuerda que nadie puede hacerte feliz si tú no puedes serlo por ti misma. No puedes depositar en otra persona la responsabilidad y obligación de hacerte feliz si tú no lo eres en soledad. En la medida que te ames y que seas feliz en soledad, puedes prepararte para establecer relaciones de pareja saludables, en las que dar y recibir amor sea un acto hermoso y voluntario, que te haga crecer como persona y ser humano.
Si consideras que tienes apego emocional hacia tu pareja debes detenerte y evaluar el tipo de relación que llevas contigo mismo y con el otro. Si dependes de manera excesiva de tu pareja y sientes que no puedes estar separada de ella por mucho tiempo, es señal de que estás en una relación tóxica. Debes tener en claro que esa persona te quiere y está a tu lado porque así lo desea. Así que evita ser posesivo/a y celoso/a.
Esto es solo una muestra de tus inseguridades. Estos comportamientos no aportan nada positivo a la relación y, por el contrario, contribuirán para que la relación se vaya marchitando hasta que tu pareja se canse y salga huyendo. Confía, valora y valórate.
Si consideras que estás desarrollando una relación de dependencia con tu pareja, toma conciencia de ello e intenta distanciarte un poco. Dedica tiempo a otras actividades, ocupa tus momentos de ocio, visita y comparte con los tuyos. Eso sí, olvida el móvil por un buen rato cada día. Esto te ayudará a recuperar tu vida y sanar la relación. Extrañarse un poco puede hacer renacer la pasión y despertar nuevos y hermosos sentimientos hacia tu pareja. Desengánchate y deja atrás el apego emocional.
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