Bruner sostenía que el aprendizaje requiere no solo la asimilación de hechos, sino también la comprensión de las relaciones básicas en la estructura del tema. Los hallazgos, suposiciones y, en fin, la teoría de Bruner son confirmados hoy por la neurociencia.
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Teoría de Bruner
La psicología cognitiva en sus estudios de psicología humana utiliza ampliamente las categorías «conocimiento» e «información»: se entiende a una persona como un convertidor activo de información, cuyo principal análogo en la ciencia y tecnología modernas es una computadora, un programa informático. La similitud de las funciones de la computadora y la «persona cognitiva» permitió hablar de la similitud de las estructuras que implementan estas funciones.
De la mano de los especialistas en el campo de la informática, una persona comenzó a ser considerada como un sistema de recepción y procesamiento de información. La computadora se utiliza para simular el pensamiento humano y crear sistemas de inteligencia artificial. Además, el trabajo de una computadora se describe en términos de procesos mentales: una computadora tiene memoria y entradas sensoriales, toma decisiones y resuelve un problema, controla y analiza información.
Así surgió la metáfora de la computadora, dominante a fines del siglo XX, la analogía de «un hombre de conocimiento» y un dispositivo técnico, que se utiliza para el modelado teórico de la psique humana. Una idea general del enfoque de los psicólogos cognitivos al proceso de aprendizaje y aprendizaje puede obtenerse del análisis de las obras de Jerome Bruner.
Procede del postulado según el cual el desarrollo mental del niño ocurre en el aprendizaje como un proceso de asimilación de los medios de la cultura. Según Bruner, la escolarización es siempre el factor que cambia cualitativamente la dirección del desarrollo cognitivo. El aprendizaje no debe seguir el curso natural del desarrollo cognitivo de un niño; puede convertirse en el factor principal de este desarrollo, dando al estudiante la oportunidad de moldear su propio desarrollo.
Jerome Bruner cree que la base psicológica de las prácticas existentes de educación escolar se compone de ideas modelo sobre la actividad cognitiva de los escolares. Bruner identifica cuatro tipos principales de modelos de actividad cognitiva que tienen una conexión directa con la práctica del aprendizaje.
Aprendizaje como imitación. En dicha formación, se dominan las habilidades prácticas. La explicación como método de enseñanza prácticamente no se utiliza aquí. El conocimiento «surge» de las habilidades; no están relacionados con la teoría y no requieren el recurso al razonamiento lógico. Jerome Bruner señala que este método de transferencia de experiencia no separa específicamente dos tipos de conocimiento: proposicional (lo que se debe hacer) y procedimental (cómo hacerlo).
El aprendizaje como proceso de transferencia de conocimientos se basa en la idea de que la tarea principal del docente es familiarizar a los estudiantes con hechos, principios y reglas que deben aprender, recordar y aprender a aplicar.
El aprendizaje de hechos, reglas y principios ocurre a través de la narración y la explicación. Leer y escuchar son los principales canales para adquirir conocimientos. Además, el conocimiento mismo se entiende como un conjunto de hechos, disposiciones, teorías y conceptos.
Bruner enfatiza que la conciencia del estudiante en este modelo de aprendizaje se toma como una hoja en blanco, y el conocimiento se considera de naturaleza acumulativa (la nueva información expande el acervo de conocimiento que una persona ya tiene). En este proceso, al estudiante se le asigna solo el papel pasivo de un recipiente que necesita ser llenado de conocimiento; el conocimiento es asimilado por él en una forma terminada, sin ningún procesamiento subjetivo.
En el aprendizaje como proceso de formación del pensamiento se entiende al alumno como el eslabón central del proceso de aprendizaje, como sujeto activo de la actividad cognitiva. Este enfoque requiere tener en cuenta el estilo de pensamiento de los estudiantes y la naturaleza de sus ideas sobre el mundo. Como los adultos, los niños construyen algún modelo de realidad que les ayuda a organizar sus experiencias de vida.
La principal tarea de la enseñanza en la escuela es ayudar a los niños a formar un modelo de realidad más adecuado y objetivo. Este proceso es más intenso en una discusión de grupo, cuando se anima al niño a expresar su opinión y compararla con otras posibles opiniones sobre el mismo tema.
Este enfoque, a diferencia del anterior, considera el aprendizaje como un proceso bidireccional de interacción entre profesor y alumnos. Cada uno de ellos tiene algún tipo de puntos de vista e ideas que merecen ser discutidos en un ambiente de mutua confianza y cooperación. Es precisamente este intercambio de puntos de vista lo que nos permite acercar puntos de vista y llegar a un entendimiento mutuo.
La tarea principal de enseñar con este enfoque no se ve en dotar a los estudiantes de conocimientos y habilidades útiles para la vida, sino en desarrollar su capacidad para pensar de forma independiente, formular y resolver problemas no triviales.
Relación del conocimiento subjetivo con el conocimiento objetivo se entiende al alumno como portador de conocimientos subjetivos. El profesor debe a ayudar a los estudiantes a darse cuenta y sentir la diferencia entre el conocimiento personal subjetivo y ese conocimiento objetivado que ha adquirido un estatus universal. Al mismo tiempo, los estudiantes no solo deben sentir esta diferencia, sino también comprender que el segundo tipo de conocimiento tiene sus raíces en la historia de la cultura.
En tal entrenamiento, se establece una conexión entre generaciones, la actividad mental del individuo está, por así decirlo, entrelazada con la actividad cognitiva de toda la humanidad. El cuarto modelo del proceso de aprendizaje parte del hecho de que en el proceso de «comunicación» con los autores antiguos que siguen viviendo en los textos que han creado, los estudiantes adquieren algo sumamente importante, que luego les ayuda a comprender mejor su tiempo.
Bruner y la teoría de la educación
Jerome Bruner fue uno de los psicólogos contemporáneos más importantes y reconocidos, con su actividad investigadora contribuyó al desarrollo de la psicología educativa y didáctica. Nacido en Nueva York el 1 de octubre de 1915, se licenció en la Universidad de Duke (1937) y se doctoró en la Universidad de Harvard (1941) donde fue profesor de psicología y de 1960 a 1972 dirigió el Centro de Estudios Cognitivos.
De 1972 a 1980 enseñó psicología experimental en la Universidad de Oxford y fue profesor en la Universidad de Nueva York y profesor emérito en la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York. Recibió numerosos premios y títulos honoríficos de universidades de todo el mundo.
Al comienzo de su trabajo como profesor e investigador en Harvard, el campo de la psicología estaba completamente dividido entre el estudio de la percepción y el análisis del aprendizaje. En el primer caso se habla de un proceso mentalista y subjetivo y en el segundo de un proceso conductual y objetivo.
Cambiar la visión de lo que se creía en esos días no fue fácil. El departamento de psicología de Harvard estaba dominado por conductistas, que dirigían un programa de investigación llamado psicofísica. Bruner no estuvo de acuerdo con este enfoque y se rebeló contra él. Así, fruto de su trabajo colaborativo con Leo Postman habría nacido la Nueva Mirada, la teoría básica de la percepción, cuyo postulado basa su atención en el hecho de que las necesidades y los valores determinan las percepciones humanas.
Según esta teoría, la percepción no ocurre de forma inmediata, sino que es una forma de procesamiento de la información que involucra otros elementos como la interpretación y la selección. Bruner y Postman argumentaron que la psicología debería preocuparse por dos cosas: cómo las personas perciben e interpretan el mundo y cómo reaccionan a los estímulos.
El interés del investigador por este tema lo llevó a pasar del estudio de la percepción a la cognición para comprender cómo piensan las personas. De esta inquietud surgió una de sus publicaciones más importantes, Un estudio del pensamiento (1956), escrita con Jacqueline Goodnow y George Austin. En este artículo, los investigadores exploraron la forma en que las personas piensan y cómo agrupan las cosas dentro de clases y categorías.
Bruner descubrió que durante el proceso de reunificación siempre intervienen nociones de procedimientos y criterios. También determinó que para que suceda esta clasificación, las personas se enfocan en un indicador que se toma como base, y de ahí agrupan las cosas, algo que se hace en base a la capacidad de memoria y atención de cada persona. Es por ello que este trabajo se ha considerado el punto de partida de la ciencia cognitiva.
Bruner y el aprendizaje
El interés de Bruner en el campo de la psicología evolutiva y la psicología social lo llevó a abrir el Centro de Estudios Cognitivos en Harvard con George Miller en 1960. El investigador se centró en estudiar cómo las personas estaban desarrollando sus modelos conceptuales y saber cómo codifican la información en esos modelos.
Bruner y Miller creían que la psicología debería ser responsable de cómo los seres humanos obtienen, almacenan y trabajan con el conocimiento, es decir, todo lo relacionado con los procesos cognitivos. Para Bruner, era primordial alcanzar cambios en la enseñanza que lograran ir más allá de los viejos modelos de los conductistas, que veían a los estudiantes como simples receptores pasivos de conocimientos.
En su modelo, los estudiantes juegan otro papel. Están motivados para descubrir los hechos por sí mismos y construir su conocimiento a partir de lo que ya saben. Sobre esta idea, Jerome Bruner desarrolló en 1960 el aprendizaje por descubrimiento o aprendizaje heurístico, una teoría constructivista.
La teoría de Bruner parte de la base de que la información recibida del entorno sufre un proceso complejo en la mente del individuo. Además, como característica principal, está la promoción de que el propio alumno adquiera los conocimientos.
Esta teoría, como medio de aprendizaje, ha transformado la forma de entender la educación. A diferencia de los modelos educativos tradicionales, este sistema estipula que el contenido a enseñar no debe presentarse en su forma final, sino que debe ser descubierto gradualmente por los estudiantes.
Para Bruner, los individuos son seres activos que se dedican a construir su mundo. Por tanto, el objetivo de este método es involucrar activamente a las personas en el proceso de aprendizaje, para que dejen de ser sujetos pasivos y puedan resolver problemas por sí mismos. Por tanto, el trabajo del docente debería ser más bien una especie de guía que proporcione el material adecuado para estimular a los alumnos, ya sea mediante comparaciones, estrategias de observación, análisis, etc.
El material proporcionado es lo que Bruner llamó andamio, que es uno de los términos más influyentes en su teoría. Para el psicólogo y el educador, el andamiaje consiste en la supervisión y apoyo brindado a los estudiantes para que puedan desarrollar las diferentes habilidades, conocimientos y actitudes necesarias para enfrentar los desafíos de la vida.
Pero estos andamios no son eternos. La teoría de Bruner es que una vez que los estudiantes hayan desarrollado ciertas habilidades, estos apoyos serán eliminados y se agregarán otros que conducirán a un aprendizaje más complejo. Como una escalera hacia arriba.
Los tres modelos de aprendizaje de Jerome Bruner
Según la teoría de Bruner, el aprendizaje por descubrimiento es el mejor método para estimular tanto el pensamiento simbólico como la creatividad del individuo. En su teoría, el investigador distingue tres sistemas de procesamiento de información, con los cuales los estudiantes son capaces de transformar la información obtenida para construir modelos de realidad.
Bruner enfatiza que el desarrollo intelectual de una persona tiene una secuencia con características generales. Estos son dos procesos relacionados con la categorización. Uno de ellos es la formación de conceptos, que es el proceso de aprendizaje de diferentes conceptos. Esto sucede de 0 a 14 años, porque se trata de la capacidad de asimilar los estímulos y datos que ofrece el entorno.
Pasada esta edad, la mente comienza a desarrollarse y las acciones ya no dependen solo del entorno sino también de los pensamientos. Este proceso es la realización del concepto, es decir la identificación de las propiedades que determinan una categoría.
Al estudiar las formas en que las personas aprenden en sus primeros años de vida, Bruner establece tres modos básicos en los que se representa la realidad. Estas son, básicamente, las tres formas en que aprendemos de nuestras experiencias. Hablamos entonces del modelo enactivo (acción), del modelo icónico (imágenes mentales) y del modelo simbólico (lenguaje).
Modelo enactivo
El primer modelo, el enactivo, se basa en la representación de las cosas por la reacción inmediata de la persona. Este es el modelo más utilizado durante los primeros años de vida. Con este modo, el aprendizaje se realiza haciendo cosas, imitando y manipulando objetos. Pero no es un modelo que utilicen solo niños. Los adultos también suelen utilizarlo cuando intentan aprender tareas psicomotoras complejas, por ejemplo.
Modelo icónico
En el modelo icónico, el aprendizaje es una representación de cosas mediante imágenes o dibujos. En este caso, esta representación se parece a la cosa representada, por lo que la elección de la imagen no es injusta ni arbitraria. Se utiliza para enseñar conceptos y principios que no se demuestran fácilmente. Por lo tanto, se deben proporcionar dibujos y diagramas para ayudar a crear las imágenes correctas en la mente.
Modelo simbólico
Y el tercer modelo, el simbólico, está representado por el lenguaje, ya sea oral o escrito. En este modo, la representación de algo se realiza mediante un símbolo arbitrario. A diferencia de la representación icónica, en este caso, su forma no tiene relación con la cosa representada. Un ejemplo de esto son los números. El número cuatro podría estar representado icónicamente por cuatro bolas. En el caso de la representación simbólica, sólo se necesita el símbolo 4.
Teoría de Bruner para una mejor educación
Jerome Bruner es uno de los fundadores de la revolución de la psicología cognitiva. Según su punto de vista, la psicología ha caído en un paradigma excesivamente computacional y mecánico. Para contrarrestar esto, Bruner abogó por una disciplina basada en la psicología cultural. Argumentó que ninguna actividad cerebral depende del entorno social en el que se produce. A Bruner le resultaba imposible comprender lo que le pasaba por la cabeza sin tener en cuenta la situación cultural.
Bruner ha realizado importantes contribuciones a la psicología educativa, desde la psicología cognitiva hasta la teoría del aprendizaje. Jerome Bruner analizó el impacto de la psicología cultural en la educación. Buscó generar cambios en el sistema educativo basados en ideas reduccionistas y memorización. Jerome Bruner quería una educación constructivista y orientada al individuo, para ello propuso nueve teorías que la psicología educativa debería adaptar para mejorar el sistema educativo.
El postulado de la perspectiva
En primer lugar, debemos conocer una de las principales ideas de la teoría de Bruner: Creía que todo conocimiento está relacionado con la perspectiva sobre la que se construye. Los valores no son absolutos ni objetivos: dependen en gran medida del punto de vista. Comprender el “significado” presupone comprenderlo junto con otras posibilidades, y estas serán correctas o incorrectas según la perspectiva del contexto.
Las interpretaciones de significado nos mostrarán las formas aceptadas de construir la realidad en una cultura a través del filtro cognitivo de cada individuo, de manera que cada uno de nosotros termine generando construcciones similares y, al mismo tiempo, únicas.
Teoría del límite
La siguiente teoría de Bruner trata sobre las limitaciones existentes en la creación de significado. El psicólogo estadounidense especificó dos grandes límites que actúan sobre la construcción de la realidad. El primero es inherente a la propia naturaleza del funcionamiento humano: nuestro proceso evolutivo nos ha permitido conocer, pensar, sentir y percibir de determinada manera.
El segundo límite apunta a las limitaciones impuestas por el sistema de símbolos. Este es el sistema que usamos para realizar operaciones mentales. Esta limitación subyace en la hipótesis de Sapir y Whorf la cual afirma que el lenguaje influye en la forma en que expresan o formulan pensamientos.
Teoría constructivista
Cuando hablamos de construir conocimiento y crear sentido, es necesario partir de un paradigma constructivista. El constructivismo establece que se construye la realidad en la que vivimos; según lo expresado por Goodman, “la realidad se construye, no se encuentra”.
Por lo tanto, la sociedad debe basar la educación en ayudar a los niños a adquirir las herramientas culturales que necesitan para hacer que el significado sea crítico y adaptable. Se puede decir que el sistema educativo debe crear buenos arquitectos y constructores de conocimiento y no para proporcionar educación per se.
Teoría de la interacción
El intercambio de conocimientos, como cualquier intercambio humano, implica la interacción de una sociedad de personas. Por ejemplo, los niños aprenden sobre la cultura y la cosmovisión al interactuar con otras personas. Se suele suponer que esta sociedad interconectada nace del lenguaje, sin embargo, esto se debe en realidad a la fuerte intersubjetividad entre las personas, la capacidad de una persona para comprender los pensamientos de los demás forma la base de esta intersubjetividad.
Teoría instrumentalista
La educación, como sea que se lleve a cabo y sea cual sea la cultura que se imparta, siempre tiene consecuencias para la vida posterior de quienes la reciben. También sabemos que estas consecuencias son instrumentales para las personas, y sabemos que, a un nivel menos personal, son instrumentos de la cultura y sus diversas instituciones.
Esta teoría de Bruner quiere mostrar que la educación nunca es neutral porque siempre tendrá consecuencias sociales y económicas que tendrán un uso instrumental para unos poderes o para otros. La educación sería, por tanto, en su concepción más amplia, un tema político.
Teoría institucional
La séptima teoría de Bruner es que a medida que la educación se institucionaliza en el mundo desarrollado, se comporta como lo hacen las instituciones y a menudo deben hacerlo. El papel que desempeña la distingue de otras instituciones: prepara a los niños para desempeñar un papel más activo en el resto de instituciones vinculadas a la cultura.
La institucionalización de la educación tiene una multitud de implicaciones para la educación misma. Así, la naturaleza de estos últimos determinará las funciones de cada actor en la educación, su estatus y el respeto que se les brinda.
Teoría de la identidad y la autoestima
Quizás el elemento más universal de la experiencia humana es el fenómeno del «yo» o el concepto de sí mismo. Conocemos nuestro «yo» a través de nuestra propia experiencia interior y reconocemos la existencia de otros «yo» en la mente de los demás. Algunos movimientos que surgen de la psicología social incluso afirman que el concepto de yo solo tiene significado a partir de la existencia de una identidad en otras personas.
La educación tiene un papel central en la formación de la identidad y la autoestima. Por tanto, es fundamental realizar la educación teniendo en cuenta las consecuencias de la instrucción formal en la formación de la identidad personal.
Teoría narrativa
Finalmente, tenemos una teoría narrativa. Esta teoría apunta a las formas de pensar y sentir, en particular a la forma en que las personas piensan y sienten cuando crean un mundo individual en el que viven. Para Bruner, contar historias es una parte importante de este proceso. De hecho, esta es una de las mayores contribuciones de Bruner a la psicología. Llamó la atención sobre la importancia de contar historias en la psicología cultural.
La gente siempre ha asumido que la narración es algo natural y no necesita entrenamiento. Pero si miras más de cerca, verás que este no es el caso en absoluto. De hecho, la educación cambia significativamente la calidad y la capacidad de las personas para contar historias. Por eso es importante estar atento al impacto que tiene el sistema educativo en la narración.
Aprendizaje por descubrimiento
El aprendizaje por descubrimiento es un método pedagógico-didáctico para adquirir conocimientos que permite al alumno descubrir su entorno por sí mismo; el enfoque conceptual se conoce desde la antigua Grecia. El término «aprendizaje por descubrimiento» fue acuñado por Jerome Seymour Bruner en la discusión pedagógica y didáctica en la que ha influido desde 1961.
La ventaja de esta forma de aprendizaje es que las experiencias y habilidades adquiridas de forma independiente están relacionadas con el propio mundo del alumno. Además del aumento de conocimientos y experiencia, se fortalece la confianza en sí mismo y esto no solo a partir de las tareas exitosas, sino también del manejo concreto de las propias preguntas y problemas cotidianos.
Cuando se trata de aprender por descubrimiento, es importante hacer la pregunta y pedir respuestas a sus propias preguntas. De esta manera, el alumno se convierte en un investigador de sus propios objetivos. Un descubrimiento hecho por uno mismo consolida la experiencia mucho mejor que si el contenido de aprendizaje se copia y aprende de memoria. El sujeto «yo» está en primer plano. En el aprendizaje por descubrimiento, el niño individual y los grupos de niños investigan.
Se promueven las habilidades sociales, ya que los objetivos comunes están en primer plano. La responsabilidad personal, la determinación y la planificación juegan un papel importante aquí. Con esta forma de aprendizaje siempre hay varios caminos que conducen a la meta y cada persona o grupo debe encontrar su propio camino. El pedagogo solo tiene un papel de apoyo y posiblemente de liderazgo.
El aprendizaje por descubrimiento no se puede dividir en un esquema de tiempo. Los objetivos que los niños logran primero deben descubrirse y explicarse de forma independiente. Esto lleva mucho tiempo y es difícil planificar cuánto tiempo le tomará al niño en particular este proceso.
Los aspectos preparatorios deben ser que se despierte la curiosidad, independencia y motivación de los niños y que reconozcan y afronten las tareas de forma autónoma. Se deben abordar las habilidades individuales y los rasgos de carácter de los niños.
En la mayoría de los jardines de infancia en estos días, una gran parte del aprendizaje se realiza de forma independiente y los niños se ocupan de las tareas de forma independiente, pero solo si se le permite. A través del «aprendizaje por descubrimiento», las habilidades se entrenan para resolver nuevas tareas de forma independiente.
La atención se centra en la persona que aprende, ganará experiencia personal a través de un «trabajo» lúdico independiente y se ocupará más profundamente del material que debe aprender. Se cuestionan los hechos y se investigan nuevos hechos para adquirir nuevos conocimientos. El aprendizaje independiente con tareas de la vida real ayuda al niño a unirse con las tareas y así absorberlas mejor.
El trabajo activo también desafía creativamente al niño, esto despierta la curiosidad y promueve la motivación. Además, promueve la autoactividad, la autodeterminación y la responsabilidad personal en el proceso de aprendizaje del niño. El clima social mejora con el descubrimiento informal en el jardín de infancia y los niños desarrollan la diversión y el interés por aprender. La curiosidad natural de los niños apoya la diversión del descubrimiento y la experimentación.
Al examinar la lista de propiedades, queda claro que el aprendizaje por descubrimiento debe asignarse al paradigma constructivista. Reimann Rothmeier y Mandl enumeran la teoría de Bruner entre los modelos históricos de los nuevos enfoques constructivistas. Por tanto, el aprendizaje por descubrimiento puede entenderse básicamente menos como un modelo didáctico y más como una actitud pedagógica básica.
Un requisito previo importante para ello es la curiosidad del alumno. Dado que esto básicamente no está alineado de la misma manera para todas las personas, surge la pregunta de cómo deben diseñarse los arreglos de aprendizaje para promover el aprendizaje a través del descubrimiento. Entre otras cosas, se activa según Kerres por información o situaciones nuevas, sorprendentes, incongruentes o complejas.
La teoría de Bruner generalmente entiende el aprendizaje por descubrimiento como el desarrollo del autoaprendizaje de un campo de conocimiento, en el que el pedagogo solo tiene una función de observación y ayuda.
Dado que el educador nunca puede preparar a los niños para todas las situaciones posibles, el niño debe comenzar a desarrollar técnicas para resolver preguntas a una edad temprana. Según Bruner, es importante practicar estas técnicas de resolución de preguntas. Hay cuatro características del aprendizaje por descubrimiento que llevan el nombre de Bruner:
La primera característica es la transferencia de fondos o inducción. El niño maneja el conocimiento aprendido de manera inductiva, es decir, después de cada unidad de conocimiento recién aprendida, busca similitudes en su estructura de conocimiento existente y luego formula reglas para poder explicar ciertos puntos en común.
Cuantos más casos individuales aprende y asimila, más precisas se vuelven las reglas por él formuladas, de modo que después de cierto tiempo puede predecir factores inciertos sobre la base de sus reglas.
Otra característica son las habilidades de resolución de problemas Esto incluye la capacidad de resolver una pregunta de forma independiente. El alumno debe poder analizar la pregunta, formular hipótesis y probarlas. Si el niño domina esta cualidad, ha aprendido a aprender, según la teoría de Bruner.
La tercera característica es el aprendizaje intuitivo, que se refiere a ideas cuyos orígenes no se pueden expresar con palabras. La lengua vernácula también llama a estas ideas destellos de inspiración. El pensamiento intuitivo se debe a la familiaridad en un área particular del conocimiento. Esto permite al alumno omitir ciertos pasos de pensamiento para alcanzar su objetivo más rápido.
La última característica es la promoción de la motivación intrínseca. En el aprendizaje por descubrimiento, la curiosidad sobre un área de conocimiento se genera al revelar sólo fragmentos y dejar que los niños descubran la riqueza de la información. Esta curiosidad tiene un efecto motivador en los niños para adquirir nuevos conocimientos.
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