¿Cómo superar los miedos que nos inhabilitan?
Todos, en algún momento de nuestra vida, hemos sentido miedo. En algunas ocasiones nos protege del peligro; pero, en otras, resultan emociones irracionales que llegan a limitar muchos aspectos de nuestra vida. Descubre aquí Cómo superar los miedos para lograr todo lo que te propones.
Cómo superar los miedos
El miedo es una emoción básica y, por lo tanto, está presente en la vida de todo ser humano. Tiene diferentes formas de expresarse y ocasionar un sinnúmero de estímulos. Se trata de una emoción necesaria para regular la vida y acciones humanas y, como mecanismo de defensa, está presente en todas las personas.
Sentir miedo es un mecanismo utilizado por el cerebro humano como medio de supervivencia. Cuando existe un riesgo, real o a aparente, es el miedo la emoción que guía la acción adecuada para protegerse. Gracias al miedo, nuestros antepasados lograron sobrevivir. Hace siglos, el miedo impulsaba a los seres humanos a huir de los depredadores. En la actualidad, esta emoción evita que una persona se siente en la barandilla del balcón en un decimoquinto piso, o se abalance hacia el mar desde un risco sin protección alguna.
El miedo que se produce a causa de un peligro real es llamado miedo funcional, puesto que su función es ayudar a la persona. Por otra parte, se encuentra el miedo disfuncional que, más que ayudar, perjudica. En ese grupo entra, por ejemplo, el miedo a volar, que conlleva a invertir mayor cantidad de tiempo y dinero para el uso de otros medios de transporte. No facilita la vida e impide vivir experiencias nuevas.
Causas del miedo
Cuando nos sentimos amenazados, aparece el miedo, puesto que esta emoción aparece ante la percepción de alguna amenaza. Pero el miedo no obedece tan solo a la situación que lo origina, sino también a las implicaciones que se derivan de ésta. Así, una persona puede sentir miedo causado por un animal o por la posibilidad de perder su empleo. Sin embargo, el miedo aparece ocasionado por diferentes causas.
En el caso de la amenaza de la pérdida del empleo, el miedo es originado por dos factores: la situación real de peligro y amenaza, y la falta de recursos para afrontarla. Ambas situaciones pueden ser reales o una mera percepción; no obstante, la segunda opción es la que se evidencia con mayor frecuencia y está causada por las siguientes características individuales de la persona:
- Autoconcepto sesgado: la persona tiene una imagen una imagen negativa o deficiente de sí misma.
- Autoestima negativa o inestable: autovaloración negativa, la cual se ve directamente afectada por los acontecimientos del entorno.
- Falta de confianza: la persona carece de seguridad en sí misma y esperanza por el feliz término de los hechos futuros.
- Pesimismo: siempre observa la realidad desde con una mirada negativa y oscura.
Cómo superar los miedos personales
Diferentes son las estrategias empleadas por el especialista para acompañar a sus pacientes y enseñarles cómo superar los miedos. Las estrategias psicológicas que se usan con mayor frecuencia durante las terapias son las siguientes:
Trabajar el autoconcepto
El primer paso que debe darse para vencer los miedos es el autoconocimiento. Observarse, reconocerse y reflexionar sobre las características individuales es fundamental. Identificar de manera objetiva habilidades y destrezas, capacidades y logros, puntos fuertes y débiles, ha de ser lo primero que deberá una persona que busque cómo superar los miedos.
Para ello, un ejercicio sencillo consiste es un ejercicio de descripción personal en donde seamos lo más objetivos posibles. Además, podemos pedir a ciertas personas de confianza que nos describan para la luego cotejar esta información con la nuestra.
Entrenar la positividad
Tal vez con frecuencia solemos colocar el filtro de la negatividad ante las situaciones que nos generan temor y, lo que a simple vista es un problema sencillo, llega a convertirse en una gran dificultad. Por eso es importante entrenar la positividad con ciertas técnicas que ayuden a verle el lado más positivo a los acontecimientos y hechos, así como la disposición para enfrentar de manera eficaz cada uno de estos sucesos. Al final, siempre resulta que no eran tan graves como parecían.
Trabajar la autoestima
A diferencia del autoconcepto, que es el cúmulo de características que una persona identifica en sí misma; la autoestima es la apreciación que se tiene sobre esas características. Por ello, trabajar de manera constante para el desarrollo y fortalecimiento de una buena autoestima es de suma importancia para superar los miedos, de tal manera que los elementos externos con cambien esa valoración personal.
El miedo tiene una relación directa con la autoestima. Prueba de ello se evidencia cuando, por ejemplo, una persona piensa que las calificaciones obtenidas en un examen determinan su valía, por lo que enfrentan múltiples temores al someterse a alguna evaluación.
Estas personas piensan que suspender un examen o reprobar es señal de que no se es suficientemente inteligente, aplicado o bueno. Aquí, si la autoestima no es estable estará atada a los resultados pero no a las cualidades de la persona. Si se trabaja en el fortalecimiento de la autoestima, estos miedos irán desapareciendo y la persona estará más tranquila.
Reconocer el miedo
¿Cómo superar los miedos? Un paso fundamental para enfrentar miedos, ansiedad, estrés, inseguridad, fobia o cualquier preocupación es reconocerlo y aceptarlo. De nada sirve gastar energías y tiempo en el empeño de ocultar los miedos. Aunque se piense que mostrar los miedos es señal de vulnerabilidad, es importante entender que la humanidad es señal de imperfección, por lo que sentir temor en algún momento de la vida es normal y, si se maneja de forma eficaz, puede ser superado.
Hablar de ello
Luego de que la persona reconoce que siente miedo ante un objeto o situación, se le aconseja hablar de ello con total normalidad. Al compartirlos, puede establecer algún tipo de conexión con otras personas y lograr que estas también expresen los suyos. Además, expresar lo que se siente sin complejos o máscaras, puede brindar tranquilidad, así como otros beneficios gracias al apoyo de las personas.
Frenar el temor al miedo
Con frecuencia se observa que lo que más miedo genera es la misma reacción de miedo en lugar del objeto o situación que lo origina. Por ejemplo, la persona que teme hablar en público, siente más miedo por los síntomas del miedo (tartamudeo, sensación de hormigueo, sudoración, palpitaciones, temblores, dificultad para respirar, entre otras), que por el miedo en sí.
Por ello, debe recordarse que el miedo es una respuesta natural del organismo cuando se siente ante una situación de amenaza. Como respuesta fisiológica, su objetivo es genera alerta en el organismo para hacer frente ante la posibilidad de peligro. Así, se activan los músculos, se inyecta energía y se potencian las habilidades. El miedo es un mecanismo de supervivencia de los seres humanos.
Visualizar
Visualizar permite a la persona imaginar una posible situación. Implica la conjunción de los sentidos, así como las sensaciones kinestésicas. La visualización ocurre porque el cerebro no tiene la capacidad de establecer diferencias entre lo imaginario y lo real. De esta manera, ocurre una reacción química que es igual cuando se imagina y cuando la situación es real.
La visualización contribuye con la activación de las mismas zonas cerebrales que se activan durante la acción. Por esta razón, se considera una estrategia positiva para ensayar alguna conducta, como es el caso de afrontar el miedo a conducir.
Al practicar la visualización de debe imaginar la situación de la forma más detallada posible, de tal manera que involucre los sentidos, sensaciones y emociones. Se sugiere utilizarla acompañada de técnicas de relajación, lo que permite la activación fisiológica frente a las imágenes mentales que se producen.
Aprender y practicar técnicas de relajación
Tienen como objetivo la disminución de la respuesta fisiológica que genera la ansiedad, el miedo o el estrés. Las técnicas de relajación son de gran utilidad puesto que contribuyen con la activación del sistema nervioso parasimpático y la inhibición parcial del excesivo funcionamiento del sistema simpático. Esto se traduce en una respuesta de relajación que resulta incompatible con la ansiedad y el miedo.
El entrenamiento y la práctica de técnicas de relajación son complementarias a la aplicación de otras técnicas usadas en los tratamientos para los trastornos de ansiedad ocasionados por el miedo. Las que se usan con mayor frecuencia son las técnicas de respiración y las de relajación muscular.
Exponerse al estímulo que genera el temor
¿Cómo superar miedos? La técnica más conocida y utilizada para superar los miedos es la exposición. Esta técnica se basa en el principio de la habituación, es decir, en “la disminución de la intensidad de la respuesta ante la repetición continuada de un estímulo inofensivo”. En este sentido, si la persona se enfrenta de manera constante a una situación que le genera temor sin ser perjudicial, su reacción fisiológica será cada vez menos intensa. La exposición puede darse de diversas maneras:
- Exposición en vivo: en ella se enfrenta a la persona al estímulo temido en realidad.
- La exposición en imaginación: aquí se expone a la persona, induciendo a imaginarse la situación que le ocasiona el miedo.
- Exposición mediante realidad virtual o realidad aumentada: para ello se emplean las herramientas tecnológicas a fin de exponer a la persona a la situación que le produce miedo por medio de la realidad virtual.
La técnica de exposición debe realizarse de manera progresiva y guiada por un terapeuta. Se sugiere que esté acompañada por la práctica de la relajación, que le permita a la persona manejar de mejor manera el estímulo que recibe.
Convivir con el miedo
Es importante aclarar que el miedo jamás desaparecerá en su totalidad, por lo que el planteamiento u objetivo inicial ante la terapia no puede ser “dejar de tener miedo”. Se trata de una emoción que, al igual que las demás, debe ser gestionada de la mejor manera. Los pasos que deben seguirse para gestionar las emociones son:
- Percibir: tener consciencia de ella.
- Identificarla: llamarla por su nombre.
- Sentirla: notarla y no evitarla, sino afrontarla.
- Escucharla: indagar qué información aporta la emoción que se siente, lo cual puede servir de guía para su abordaje y tratamiento. Preguntas como ¿Por qué siento miedo en este momento? o ¿Qué está causando el temor? pueden servir de guía para obtener esa información.
- Dejarla ir: luego de recibir la información necesaria y tomar la decisión en función de ella, debe soltarse la emoción.
Ejercicios para vencer el miedo
Además de las técnicas anteriores, se pueden realizar ciertos ejercicios que enseñan cómo superar los miedos. Para lograr desprenderse de la incomodidad que genera el miedo disfuncional se requiere que la persona se habitúe a las sensaciones, cambie sus patrones de pensamiento y aprenda a gestionar la emoción que, en este caso de trata del miedo. A continuación se señalan algunos ejercicios.
Caminar con una venda
Este ejercicio sencillo consiste en vendarse los ojos y recorrer un espacio con los ojos cerrados. Sin tener visión y totalmente a oscuras, la persona debe relajarse y escuchar su cuerpo. Lo primero en aparecer es el miedo ante la presunta inminencia del peligro.
Aun así, la persona debe caminar. Poco a poco, camina lentamente, adelantando un pie y luego otro. Los sentidos se despiertan y están alerta. Las manos resultan de mucha ayuda. Es importante prestar atención a todo lo que se siente. Poco a poco el miedo va cediendo a medida que se camina y aumenta la seguridad y la confianza.
Hacer el ridículo expresamente
Otra forma de cómo superar los miedos es exponerse de manera premeditada y consciente a situación estresante o que produce temor o ansiedad. Pero, para que realmente funcione, el ejercicio debe realizarse completo, sin huir cuando aparezcan las primeras señales de incomodidad y sin esperar que el miedo desaparezca de forma repentina. La persona puede decir algo vergonzoso o sin sentido con lo que crea que va a hacer el ridículo; por ejemplo, bailar en la calle, hacer una pregunta absurda a algún desconocido o sentarse en medio de la vía.
Una vez que se decida la acción a realizar, la persona debe prestar atención a las sensaciones primeras: miedo, aceleración de la frecuencia cardíaca o la respiración, miedo, sudoración, entre otras. Esas son reacciones fisiológicas del cuerpo humano ante el miedo, pues el organismo genera una alerta y se prepara para afrontar la situación de peligro.
Luego de hacer el ridículo y notar que nada ocurre, la persona notará cómo los síntomas se van minimizando hasta desaparecer. Se recomienda repetir este ejercicio varias veces hasta vencer los miedos y lograr la confianza deseada.
Claves para superar los miedos
Todo ser humano ha sentido miedo alguna vez en su vida y eso no significa que sea un cobarde, sino que es un ser humano. El miedo es una emoción innata que ayuda a las personas a protegerse ante la sensación de peligro y a ser prudentes. Sin embargo, en algunos casos, los miedos resultan ser tan irracionales que llegan a limitar considerablemente el potencial de las personas.
Para muchos especialistas, el miedo, visto desde una perspectiva positiva, tiene como finalidad desafiar a la persona para que rompa las cadenas que le limitan sienta la libertad de escoger su propio camino y recorrerlo. Así, si algo produce miedo es porque la persona recorre el camino que escogió por sí misma.
Al sentir algún tipo de temor, lo primero que debe hacer la persona es preguntarse si el miedo es real o irracional ¿Cómo cambiaría mi vida si me enfrentara a mis temores y los venciera? Es una de las preguntas que debe ser respondida cuando se quiere superar los miedos.
Cómo superar los miedos y vencerlos
Dar la bienvenida al miedo es un reto para muchos, pero resulta sumamente eficaz cuando se decide enfrentarlo. Hacer lo que da miedo, tomando esto como una nueva experiencia que permita salir de la zona de confort y ampliar los horizontes. Es un ejercicio de confianza, en sí mismo y en los demás. A continuación, algunas claves que orientan cómo superar los miedos.
- Dejar de huir: es normal poner excusas al momento de afrontar aquello que genera temor. Sin embargo, este comportamiento conlleva a que el miedo se acreciente hasta ser incontrolable. Al huir solo se logra tener más miedo al miedo, por lo que la situación se empeora. Dejar de huir y enfrentar la situación que produce el miedo es lo mejor.
- No negarlos: Es difícil para una persona aceptar que tiene miedo. Realmente no resulta fácil. Muchos recurren a mentiras para hacer notar una valentía de la que carecen. El primer paso para vencer el miedo es aceptar que está y que existe.
- Dejar de luchar: si se decide ver al miedo como un enemigo a vencer es una batalla perdida antes de comenzar. El miedo siempre ganará porque siempre estará allí. Cuanto más encarnizada sea la lucha, más grande y poderoso se vuelve. La razón es que en esta pelea se lucha consigo mismo.
- Hacerse amigo de los miedos: permitirle al cuerpo sentir miedo, no oponer resistencia. Identificarlo, observar y evidenciar cada una de sus manifestaciones es de suma importancia para aprender a gestionarlos ¿Qué sucede en el cuerpo y en la mente de esa persona cuando siente miedo? Una vez que comprenda que se trata de una sensación meramente corporal y que no es causa de muerte, se sentirá capaz de enfrentarlo y superarlo. A fin de cuentas, se trata de una emoción pasajera y algo incómoda y como tal debe tratarse.
- Asumirlos como una oportunidad para aprender y crecer: cambiar la forma en la que se miran los miedos y verlos como maestros que invitan a asumir nuevos retos. Hacer lo que causa miedo. Enfrentarlo es la única manera de liberarse del miedo para siempre. El miedo no va a desaparecer, pues es una emoción natural en el hombre, pero, a partir de ahora, será asumido como un maestro y hay que aprender de él.
Toda persona debe saber que es más grande que sus miedos, por lo que debe trascenderlos. Aunque el miedo siempre está presente en la vida de las personas, todos tienen la posibilidad y la capacidad de gestionarlo si se afronta con madurez.
Si es el caso de que el miedo se vuelve irracional y llegue a dominar la vida de la persona, esta debe buscar ayuda especializada para su diagnóstico y tratamiento.
Sin embargo, es la decisión y la voluntad la que llevan al dominio y la conquista de los miedos. Si se logra, se alcanzará la verdadera libertad y se caminará por senderos de confianza y seguridad.
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