El español es uno de los idiomas más ricos, gracias a una multitud de conceptos que son utilizados para definir un aspecto. Este argumento goza de validez cuando una misma palabra posee uno o más sinónimos y es por este motivo que se aclararán todas las dudas acerca de la Diferencia entre principios y valores aquí.
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Diferencia entre principios y valores con ejemplos
Si bien es cierto que a través de un estudio este par de términos representan sinónimos, también es verdad que cada uno de ellos ofrece un matiz diferente, por tanto, no puede considerarse lo mismo con exactitud. Lo más cercano que están de la similitud se basa en una serie de guías o procedimientos por los cuales el ser humano gana un puesto dentro de la sociedad como un sujeto respetable, que sabe convivir con su comunidad.
La diferencia entre principios y valores es totalmente ideal, intangible, porque guardan relación entre lo que siente una persona y sus acciones, que es un modo de expresar sus sentimientos con coherencia. Ambos conceptos componen un sistema ético para desarrollar la inteligencia intrapersonal e interpersonal, que son los modos de convivir con los demás y descubrir su autoimagen y autocontrol en forma efectiva, con evaluaciones introspectivas conductuales.
Con ayuda de ambos conceptos, el ser humano está en capacidad de trazarse sus objetivos, que sean posibles de alcanzar y se adecúen a su entorno. Nadie pensará en aquello que es inalcanzable, mucho menos si el sujeto no está en competencia de desarrollar un potencial que apenas le permita consolidar lo esencial. Tal como expresa el párrafo anterior, debe prevalecer una equivalencia entre lo que el individuo quiere y lo que debe hacer hasta lograrlo.
Valores
Es la importancia que todos los seres humanos brindan a aspectos específicos de la vida, con una pequeña carga subjetiva. Son conductas consecuentes que desarrollan las personas para lograr relaciones afectivas con sus semejantes, sin violentar sus fronteras. El individuo está conforme cuando descubre sus valores y los pone en práctica, porque reconoce que será aceptado por todos, gracias a su buen proceder. De ocurrir lo contrario, será objeto de estigma y rechazo colectivo, al utilizar como filosofía de vida los anti-valores.
Otra característica que define los valores es su transformación progresiva, es decir, con el paso de los años se van fortaleciendo una vez que el sujeto los descubre. Así como también gozan de un rasgo abstracto, aunque esto será abordado un poco más adelante en este post.
Los valores tienen una connotación muy positiva en el ámbito social y cultural. Desde la infancia, a los niños deben inculcarse lo que significa respetar las opiniones de los demás, ser tolerantes, solidarios, honestos y humildes, para que en la adultez sean sujetos de bien y comulguen con cada uno de ellos para ganarse un puesto en la sociedad.
La transmisión de valores es un deber que comienza desde casa con los padres y ser fortalecido en el colegio con los maestros. La religión, tanto cristiana como católica también tiene bastante que ver en la difusión de los mismos en su comunidad de fieles.
Estos valores no son inmutables, por lo cual no son concepciones estáticas o que no sufren de más cambios a lo largo de la vida. La diferencia entre valores y principios aborda que los primeros en cuestión si requieren de una transformación que varía de generación en generación. Ahora bien, es momento de conocer otros elementos relacionados a los valores, iniciando con la industriosidad.
Industriosidad
Son aquellos valores que están entre los pasillos, oficinas o negocios. Permite el desarrollo de competencias y habilidades que el sujeto aplica en su trabajo para sobresalir. Con menos tecnicismo, es lo mismo a “ser un buen trabajador”. El gran empleado no es aquel que sabe cumplir con su rol, sino mantener Habilidades sociales con el resto del personal, saber convivir con el resto, trabajar en equipo y respetar las ideas que los demás con todo gusto ofrecen para mejorar la productividad.
Son personas muy comprometidas en el trabajo, que pasan la mayor parte del tiempo dentro de las oficinas, atendiendo clientes o encargándose de la documentación confidencial. También aplica para aquellos que son dueños de sus comercios, que están al frente de las ventas o haciendo inventarios semanales.
Todos los sujetos que están adscritos a la industriosidad buscan la excelencia y el reconocimiento por ser grandes trabajadores en su oficio. Además, replantearse a sí mismos qué deben mejorar o cuáles son las habilidades que más han desarrollado hasta atraer el éxito actual. También pretende una autonomía laboral, en que la persona a través de su valía consolide su motivación; un elemento más para que la diferencia entre valores y principios sea un poco más notoria.
Socialización y colaboración
Desprende la motivación, al igual que la industriosidad. El rasgo distintivo es que este logro está basado en la relación afectiva con otras personas y empatizar con ellas a través de conversaciones reflexivas o de desahogo. Demostrar lealtad, honestidad y cooperación con el próximo es un modo de enaltecer la socialización. La solidaridad en una misma comunidad hablará muy bien de todos sus integrantes, porque más allá de predicar con mentiras y chismes, lo hacen con transparencia y en unión.
Las relaciones inter e intrapersonales es un canal que conduce a un gran desarrollo personal. En primera instancia, la persona debe reflexionar de su forma de ser, como herramienta introspectiva, antes de darse a conocer ante el resto.
Toda sociedad debe perseguir un equilibrio entre su colaboración o relaciones afectivas y la motivación que pretenden consolidar gracias a su convivencia diaria. Un buen síntoma que todo está saliendo bien en una misma sociedad es cuando representan la frase popular “en la unión está la fuerza” gracias al apoyo mutuo y modelos solidarios para las futuras generaciones.
Dedicación y amistad
Ya no es tiempo para mencionar la entrega en el trabajo o la pasión de demostrar afecto en sociedad, sino de entablar amistad con los demás y aprender un poco más de honestidad y lealtad. Busca el bienestar de los demás, siempre y cuando esa persona disfrute de la inteligencia intrapersonal, que conozca a la perfección su amor propio para poder amar a sus amigos o su cónyuge.
Es todo lo contrario al individualismo y soberbia, de esas personas que solo piensan en su bienestar, sin importar lo que ocurre en su entorno. Sostiene el llenar las necesidades afectivas de sus amistades, si ellos mismos no están aptos para amarse a sí mismos. Es la acción de alimentar un poco su autoestima o hacer sentir importante a alguien más cuando presenta una minusvalía emocional. De cualquier modo, este tipo de individuos requiere una evaluación psicológica para tratar un problema a fondo.
Promueve el sentido filántropo de los seres humanos, su capacidad de ser altruistas, de apoyar a los demás cuando más lo necesitas. Es dar el pan a quien no tiene alimento, el dar agua al sediento o un buen consejo a quien está desorientado en su rumbo. Esta filantropía permite a los sujetos lidiar con las dificultades ajenas y ayudar hasta cuando sea posible. La empatía es una cualidad que mantiene en alza a lo largo de su vida y no estará en disposición de retirar un apoyo cuando considera es necesario.
La dedicación y amistad, en medio de la diferencia entre valores y principios, recurre a la bondad y amabilidad como armas alternativas para desenvolverse en el mundo. Son grandes abogados de las causas justas y no estarán dispuestos a solapar eventos que vayan en contra de sus Valores morales y mucho menos, que estén violentando a sus seres queridos física y psicológicamente.
Además de fomentar la amistad y solidaridad, es un llamado a ser generoso, a compartir conocimientos u otros aspectos que para alguien sea de mucho valor. Ese deseo natural por ayudar es la verdadera esencia que debe mostrar el ser humano en el mundo entero.
Apertura y optimismo
El temor a lo desconocido es completamente natural en la mayoría de los individuos. Sin embargo, es bueno demostrar cierto interés por conocer todos los misterios de la vida. El miedo a lo que depara el futuro es un hecho, pero no es saludable estar predispuesto a que vayan a ocurrir malos acontecimientos. Es ideal que la visión esté centrada en el presente, porque vivir el ahora es no pensar en lo que fue y no pudo ser.
Equilibrar cuerpo y mente con estabilidad emocional, permitirá que la persona sepa manejar la incertidumbre, lo incierto sin temores ni reservas.
Tampoco es conveniente dejar que el destino actúe al azar, sino trazar las metas y trabajar en ello, para que las causas surtan su efecto como un fenómeno natural de la vida. Todo ello tiene que enfrentarse con optimismo, para fortalecer las emociones positivas y asimilar las negativas.
Constancia
Constancia y disciplina son dos términos que luchan para separarse, así como la diferencia entre valores y principios. Es la diligencia con que un ser humano construye sus propias metas hasta lograrlas, a pesar de las negativas, impedimentos y obstáculos que colocan otras personas en el camino, o el propio ser es la barrera primordial que no contribuye al avance.
La persona asume el compromiso de cumplir con cada propósito establecido. Es una responsabilidad muy personal que alguien asume para crecer profesionalmente. Si hay culpas o barreras, ese ser debe asumir sus errores, pero sin renunciar a los sueños que tiene previstos por cumplir. Al momento que comprende sus tropiezos, posee un mayor control de las circunstancias individuales y por ende, estará cerca de subir un peldaño más hacia el éxito personal.
Lo importante es mantener viva la constancia, así el individuo reciba críticas destructivas o desmotiven para continuar adelante. Como dice el dicho, a palabras necias, oídos sordos. Los sueños están para cumplirse en función de la perseverancia que esté en el ambiente.
La paciencia es otro valor que permite resistir ante los cambios que esas metas ofrecen. Es la demora agradable ante las recompensas y visualizar cómo han variado las alternativas hasta consolidar los objetivos. ¿Sabe cuáles son los Tipos de valores? De no saberlo, es hora de conocerlos.
Respeto y equilibrio
El respeto es uno de los valores universales de gran peso en la humanidad. Es el hecho de proteger y salvaguardar la integridad individual y hacer lo propio en lo colectivo. Es la defensa precisamente de los valores y principio ante cualquier intento de agresión física o verbal. Es el enaltecimiento del propio ser cuando otros tratan de derribar esa imagen que el sujeto ha creado de sí mismo.
El respeto respalda la frase de “en la variedad está el gusto” por tanto, los derechos y deberes deben ser los mismos para todos. Si alguien no está de acuerdo con una promulgación o accionar, lo ideal es permanecer al margen, porque todos merecen ser escuchados, atendidos y que las decisiones sean tomadas en cuenta.
Principios
Son más operativos que abstractos, para referir a una comparación directa a los valores. A través de los principios, si es permitido evaluar las consecuencias que tienen los actos, para bien o para mal. Por ejemplo, si alguien predica con el respeto, entonces debe actuar conforme a cómo es en realidad este valor, a saber tratar a las personas, ser cordiales, amables, hacerse a un lado sin cuestionar cuando mantiene una postura opuesta a la suya. Es el no ejercer ni un ápice de violencia en episodios de tensión.
La diferencia entre valores y principios establece que los últimos en cuestión son solamente conductas específicas que emanan estos valores. Es decir, en la medida que la persona se amolda a estos comportamientos, podrán medirse las consecuencias de los mismos. Es lo que se considera oportunamente correcto y que componen las “leyes” que rigen al mundo para que cada día sea mejor.
Son más concretos que los propios valores, porque acá pueden observarse comportamientos, deseos y actitudes que los seres humanos llevan por dentro y lo aplican en su entorno. Son reglas que parte de la sociedad comparten, pero que no son elegibles arbitrariamente por un sector o un ente individual. Dicho esto, es hora de conocer los elementos básicos que hacen de los principios, factores primordiales para la convivencia.
Vida
El derecho a la vida es el más valorado a nivel mundial. La constitución en la mayoría de las naciones avalan el respeto por la vida y la protección de todos los seres humanos, cuyo peso de ley recae en todos los delincuentes que son capaces de arremeter contra sus semejantes para arrebatarle lo más valioso que poseen: la vida.
Por el simple hecho de existir y ocupar un espacio en el mundo, todos los humanos tendrán el derecho de ser amparados por ley, gracias a la divulgación de normativas que un país promueve. A su vez, tendrán potestad para recibir educación, higiene, ropa, alimento, entre otros.
Bondad y maldad
Es una dicotomía que está presente en la vida humana. Mientras unos actúan en pro del bienestar, siguiendo muy de cerca sus principios, hay otro sector que promulga la maldad y busca el daño individual o colectivo. El sujeto tendrá el libre albedrío para considerar qué es correcto y lo que está mal visto ante los ojos de la sociedad.
Solo hay dos caminos a seguir: el más fácil es aquel que conduce a todo lo malo o fomentar personas perezosas sin ninguna independencia; el segundo es un sendero complejo, que requiere constancia para alcanzar las metas de forma íntegra.
Humanidad
Es el principio que distingue de las acciones cometidas por los seres humanos, a diferencia de una comunidad irracional, que está gobernada por los animales o seres no pensantes. El ser humano que sigue muy de cerca o reconoce la diferencia entre valores y principios, ya goza de ciertos privilegios que le apartan del resto. Lo que identifica a una persona es su capacidad de raciocinio, de tomar decisiones correctas y hasta de equivocarse, porque nadie es perfecto.
Libertad
Es otro principio importantísimo en la vida humana, al que todos tienen derecho. Todo lo contrario ocurre cuando alguien es secuestrado, porque hay una privación ilegal de su libertad. Es la capacidad de ejercer su máximo potencial con soltura, sin ataduras y sin reservas. Es la opción de poder elegir entre muchas opciones, porque las fronteras están en la mente de aquellos que no han descubierto su talento. Es el asumir de los errores y corregirlos; eso también significa ser libre.
Igualdad
No importa el lugar de procedencia, religión, sexo o nivel cultural que tengan los seres humanos, porque todos están en su derecho de demostrar todo su potencial en igualdad de condiciones. La relación de todos los sujetos debe ser simétrica, para que sean capaces de convivir sin ningún tipo de hostilidad o discriminación. La diferencia entre valores y principios pasa a un segundo plano si no prevalece la igualdad en una comunidad.