Causas de la violencia familiar, tipos y consecuencias

CAUSAS DE LA VIOLENCIA FAMILIAR
Índice
  1. ¿Qué es violencia familiar?
    1. Alcance de la violencia familiar
  2. Causas de la violencia familiar
    1. Otras causas de violencia doméstica
  3. Tipos de violencia familiar
    1. Violencia de pareja
    2. Violencia de los padres/madres hacia los hijos e hijas
    3. Violencia filio-parental
    4. Violencia hacia los ancianos
    5. Violencia entre hermanos o hermanas
    6. Violencia contra el adolescente
    7. Otros tipos de violencia
  4. Consecuencias de la violencia doméstica
    1. Consecuencias en menores
    2. Afectación en adultos
    3. Consecuencias en las personas mayores

La familia es una institución que se considera pilar fundamental de la sociedad. En su seno se provee de amor, protección y seguridad a sus miembros. Sin embargo, hay situaciones, como la violencia, que empañan estas relaciones que debieran ser saludables. Siga leyendo para conocer las Causas de la violencia familiar.

CAUSAS DE LA VIOLENCIA FAMILIAR

¿Qué es violencia familiar?

En los últimos años, la violencia familiar ha tenido una importante escalada dentro de la vida social, al punto de que es considerada un problema de salud pública a nivel mundial. Pero ¿Qué es la violencia familiar? ¿Cuáles son las causas de la violencia familiar? ¿Qué tipos de violencia familiar existen y cuáles son sus consecuencias? Muchas son las preguntas sobre esta situación que afecta la calidad de vida de las familias.

La violencia familiar, conocida también como violencia doméstica o violencia intrafamiliar, es un tipo de maltrato que se produce cuando alguno de los miembros de la familia maltrata de forma deliberada a uno o varios integrantes de ésta. El maltrato puede ser físico, que incluye el abuso sexual, o emocional, cuyas afectaciones psicológicas son de consideración.

En la mayoría de los casos, el maltrato se da dentro del entorno doméstico. Sin embargo, puede ocurrir en otros lugares, siempre que estén implicadas personas que relación de afinidad o consanguinidad. En el contexto de la violencia familiar se presentan dos roles: el maltratador, que asume el rol activo, y la víctima, cuyo rol es pasivo. En la mayoría de los casos el maltratador es una persona con suficiente fuerza física o autoridad, lo que le permite abusar de otro u otros miembros de la familia.

Pueden producir daños físicos, como fracturas o hematomas, y también afectaciones psíquicas o emocionales, como ansiedad y aislamiento social. Sea cual fuere su manifestación, la violencia familiar es considerada un problema de salud pública. Por esta razón, urge de políticas de prevención y atención para las familias. Es muy importante fomentar la denuncia, porque aunque es sancionada por la ley, muchas víctimas temen hacerlo.

Alcance de la violencia familiar

Pese a que la violencia doméstica es un problema que aqueja a las familias desde hace muchísimos años, no fue sino hasta los años 70 que se comenzó a investigar sobre el tema en algunos países de occidente. Hasta ese momento el tema era considerado parte de la intimidad familiar, aunque era un secreto a voces: todos sabían que ocurría, pero nadie intervenía para evitarlo, mucho menos denunciarlo.

CAUSAS DE LA VIOLENCIA FAMILIAR

La violencia doméstica involucra a quienes pertenecen al núcleo familiar y, en algunos casos, al entorno cercano. Vincula a todas las personas que tienen relación consanguínea o afectiva tanto con el agresor como con la víctima. La violencia familiar es, pues, todo acto u omisión que vaya en contra de la vida, la integridad, la libertad o el desarrollo de habilidades, capacidades y personalidad.

En las situaciones de violencia familiar los niños, los ancianos, las personas con discapacidad y las mujeres son los miembros más vulnerables. Esto se explica porque en general el agresor ejerce su poder en contra de la o las víctimas, a quienes considera débiles. La vulnerabilidad viene asociada con el género, la edad y la presencia de algún tipo de discapacidad.

La violencia doméstica puede ser perpetrada tanto por hombres como por mujeres. Puede afectar a la pareja, hijos e hijas, ancianos, hermanos, personas en condición de tutela, tanto en centros públicos como privados, menores de edad, personas discapacitadas o cualquier otra que mantenga algún vínculo con el agresor.

Es necesario comentar que la violencia familiar no se resume a unos cuantos hechos aislados de agresión. Por el contrario, obedece a una forma de relacionarse entre los integrantes de la familia. Esto conlleva a la repetición de patrones generacionalmente: niños y niñas maltratados son adultos maltratadores.

Causas de la violencia familiar

Resulta complicado determinar las causas de la violencia familiar, puesto que en ésta se hacen presentes diferentes tipos de violencia: infantil, contra los ancianos, de género, entre otros. Según los expertos, la violencia dentro del hogar es “heterogénea y multifactorial”; no obstante pueden señalarse algunos factores de riesgo que inciden en el incremento de la tensión y posterior violencia dentro de la familia.

CAUSAS DE LA VIOLENCIA FAMILIAR

Resulta complicado determinar las causas de la violencia familiar, puesto que en ésta se hacen presentes diferentes tipos de violencia: infantil, contra los ancianos, de género, entre otros. Según los expertos, la violencia dentro del hogar es “heterogénea y multifactorial”; no obstante pueden señalarse algunos factores de riesgo que inciden en el incremento de la tensión y posterior violencia dentro de la familia.

  • La estructura de la familia y su dinámica cotidiana tienen muchísima incidencia. La violencia suele presentarse en familias que no mantienen una buena comunicación y que poseen escasos lazos sociales de importancia. También ocurre en aquellos núcleos donde algunos integrantes de la familia buscan imponer sus criterios, así como también en familias en las que existen visibles diferencias de sexo y generacionales.
  • Las formas de resolución de conflictos se sustentan en modelos de abuso y violencia, en los que se pretende imponer valores y pensamientos de manera autoritaria. Estos comportamientos son precursores de conflictos familiares que suelen desencadenar en violencia doméstica. Aquí se denota que el seno familiar se sustenta en una cultura de violencia.
  • La familia atraviesa por una situación estresante, como el desempleo o algún otro problema económico. Esto puede incrementar la tensión en el seno de la familia. Pero, si se trata de una familia con limitaciones en cuanto al manejo efectivo del estrés, un nuevo acontecimiento de esta índole puede hacer reverberar situaciones de violencia en el hogar.
  • La ausencia o debilidad en cuanto a las competencias emocionales en uno o varios miembros de la familia, entre ellos la persona maltratadora. La autoestima baja, la falta de empatía y la carencia de habilidades para socializar, entre otras, se convierte en una pared que impide desarrollar relaciones saludables y seguras entre los miembros de la familia.

CAUSAS DE LA VIOLENCIA FAMILIAR

Otras causas de violencia doméstica

En lo que se refiere a la persona maltratadora, esta suele tener una muy baja autoestima, así como su autoconcepto. Es una persona frustrada que no cuenta con herramientas para hacer frente a la falta de control y la ausencia de afectos. Haberse criado en un hogar violento, abusar en el consumo del alcohol u otras sustancias y presentar problemas emocionales, son algunos factores que pueden detonar la agresividad en una persona.

Uno de los principales factores precursores de este tipo de violencia proviene de la transmisión, a través de generaciones, de patrones de conducta, modelos de gestión de conflictos, educación y dinámicas familiares. Pasa de una generación a otra y se copian los modelos. De esta manera, es común encontrar que las personas maltratadoras fueron víctima de abuso y violencia en sus primeros años de vida.

Como se dijo, los factores que dan origen a la violencia familiar son diversos. Cuando una persona no fue criada en un ambiente de tolerancia, en su etapa de adultez tiende a presentar problemas para la aceptación y tolerancia del otro, lo que desencadena en violencia. De no ser abordada y confrontada, la violencia dentro de la familia suele incrementarse con el tiempo, llegando a desencadenar hechos dolorosos y traumáticos para sus miembros.

Otros elementos como la incapacidad de desarrollar vínculos afectivos y de resolver los conflictos de manera empática, pueden ser causas de la violencia familiar. Una persona que no puede establecer algún tipo de relación afectiva con otra tiende a desarrollar conductas agresivas.  Todas estas situaciones pueden prevenirse o corregirse con la ayuda de un psicólogo.

Tipos de violencia familiar

La violencia doméstica tiene muchas caras y cada una afecta de manera considerable a los integrantes del núcleo familiar. Como se ha dicho, son las mujeres, los niños, los ancianos y los discapacitados,  los miembros más vulnerables dentro del núcleo familiar donde se produce el abuso. Entre los principales tipos de violencia familiar que existen se pueden mencionar los siguientes:

Violencia de pareja

Este tipo de violencia incluye la violencia física, sexual y psíquica de forma constante que inflige una persona contra otra, siendo que ambas mantienen una relación sentimental. Dentro de este tipo de violencia también están la que ejerce la mujer hacia el hombre y la que ocurre entre parejas homosexuales, estén conviviendo o no. La intención es controlar a la víctima, lo que genera ciertos daños en la persona abusada.

Violencia contra la mujer en la pareja

 Este tipo de violencia se produce en todos los estratos sociales, sin distingo de edad, nivel económico o cultura. Es muy difícil contabilizar los casos, pues aún existen muchas mujeres que se niegan a denunciar, sea por temor o por vergüenza. Sin embargo, se proyecta que alrededor del 20% de las mujeres son víctimas de violencia por parte de su pareja, siendo los países de Europa y Australia los que presentan índices más bajos.

Las causas de este tipo de violencia tienen en común los intentos del hombre de someter y controlar a la mujer, para establecer así una relación de dominio. Entre las características del hombre maltratador están la dificultad para controlar su ira y no contar con herramientas para la resolución de conflictos, todo producto de una baja autoestima. Muchos de estos hombres requieren de apoyo de un especialista para corregir su conducta.

La depresión es una de las principales consecuencias de la violencia contra la mujer. Aquí, las víctimas tienden a sufrir trastornos de ansiedad y de estrés, lo que puede llevarlas al suicidio. Aunque lo más visible de la violencia de pareja son los golpes y los homicidios, también existen los maltratos de baja intensidad o violencia emocional. Estos socavan la voluntad y la autoestima de la víctima, que se sume en estados depresivos.

Violencia contra el hombre en la pareja

En estos casos, el rol del agresor es asumido por la mujer, dentro de parejas heterosexuales, o por uno de los varones, en las relaciones homosexuales. Aunque este tipo de violencia es un hecho, es poca la normativa legal que existe sobre el tema. A juicio de algunos investigadores, la violencia contra el varón suele tener motivos similares a la violencia contra las mujeres.

CAUSAS DE LA VIOLENCIA FAMILIAR

Pero, mientras a las mujeres se les aúpa para que denuncien las agresiones de las que son víctima, aún existe cierta resistencia a la idea del hombre víctima de violencia. Los hombres que denuncian estos casos, con frecuencia son calificados con epítetos que denigran su hombría y masculinidad.

Violencia de los padres/madres hacia los hijos e hijas

Conocido como maltrato infantil, contempla todos los comportamientos que atenten en contra del desarrollo óptimo del menor de edad. No solamente se trata del abuso físico, sino también de acciones nocivas como la omisión, el descuido o el abandono, que afectan la salud del infante. La violencia puede provenir de los progenitores o de cualquier persona o institución que esté a cargo del menor.

Violencia filio-parental

Es el maltrato que profieren los hijos e hijas hacia sus padres o hacia la figura adulta que sea responsable de su cuido. Este tipo de violencia ha ido incrementándose con los años y se presume que una de las causas sea los cambios de patrones en la crianza de los hijos por parte de los progenitores.

Es cada vez más frecuente que los padres tengan conflictos con las normativas que imponen a sus hijos, evitando la confrontación y el conflicto en la búsqueda de la armonía familiar. Esto ha propiciado una conducta denominada “síndrome del emperador”, en la cual los infantes desarrollan comportamientos ególatras y tiranos hacia sus padres y/o responsables, llegando a casos extremos de violencia.

Violencia hacia los ancianos

Acciones que se comenten con la intención de procurarle algún daño a una persona mayor. Incluye la omisión e inacción en cuanto a la satisfacción de sus necesidades y garantía de sus derechos básicos. Incluye violencia física, sexual, psicológica, económica y negligencia.

Esta última consiste en la desatención de las necesidades primarias de la persona. La violencia económica contempla la apropiación indebida de los bienes de la persona mayor, la coerción para la firma de documentos o la falsificación de estos. Las personas mayores de 75 años o que presentan alguna discapacidad son más vulnerables a este tipo de violencia.

Síndrome de la abuela esclava

Esta forma de maltrato se ha incrementado en el siglo XXI, principalmente en los países de habla hispana. Afecta a las mujeres desde la edad adulta, cuando asumen gran parte de la carga familiar  y, al llegar a la ancianidad esta carga se incrementa. Si la mujer no hace notar su agotamiento, la situación puede conllevar a la aparición o agravamiento de algunas enfermedades. De no atender esta situación, puede provocar suicidios, pasivos o activos.

Síndrome de los abuelos fantasmas

En este tipo de violencia, las personas mayores son ignoradas, al punto de ser consideradas un mueble más de la casa. Sus familiares se limitan a darles techo y comida, sin tomar en cuenta lo más importante: atención y cariño. Este tipo de violencia puede llevar a la depresión y, en algunos casos, al suicidio, así como a enfermedades.

Los niños que presencian hechos de violencia dentro de su familia pueden verse afectados en aspectos como la educación, la salud y el empleo de la violencia en su vida. Estudios indican que los niños que viven dentro de un hogar donde se presentan casos de violencia tienden a presentar ansiedad, depresión, traumas y deficiencias en el control y manejo del temperamento.

Violencia entre hermanos o hermanas

Este es uno de los tipos de violencia familiar al que se le da menor importancia. La razón puede estar en que, en la mayoría de los casos, los progenitores no lo identifican como violencia y suelen negarlo. Aquí suele identificarse cierta diferencia entre los hermanos y hermanas en cuanto al sexo y a la edad. Algunas formas de violencia se asemejan al bullying, pero otras pueden llegar a la agresión física.

Violencia contra el adolescente

La agresión contra el adolescente puede tomar múltiples formas: verbales, no verbales, gestuales, posturales, motoras, entre otras. Aquí también, el maltrato contra el joven puede dar origen a problemas psicológicos o físicos. En el aspecto físico podría sufrir lesiones; en lo que se corresponde con el área sexual, ser víctima de abuso sexual; mientras que en el ámbito emocional, podría padecer por los insultos, críticas, amenazas de abandono y críticas, así como ser testigo de hechos de violencia, entre otros.

Otros tipos de violencia

Indistintamente de las causas de la violencia familiar, los especialistas coinciden que es éste fenómeno no se presenta de manera aislada, sino que se corresponde con un patrón que se repite con el tiempo. Todas los tipos de violencia doméstica tienen como punto en común el hecho de estar sustentados en el abuso de confianza y poder. Las personas más vulnerables pueden ser las mujeres, los niños, los ancianos y las personas con alguna discapacidad. A continuación otra clasificación de los tipos de violencia.

Violencia psicológica

El objetivo que persigue el maltratador al ejercer este tipo de violencia es humillar, ofender o generar inseguridad en el otro, hasta hacerlo sentir menos. Como no deja huellas físicas, es más difícil de detectar. Se expresa por medio de gritos, palabras hirientes y ofensivas, insultos y humillaciones, entre otros. La víctima puede dar señales de la agresión a través de cambios de conducta como aislamiento y agresividad. Este trastorno puede tener su origen en el modo de crianza que recibió el maltratador durante su infancia.

Violencia física

Es el tipo de violencia donde un sujeto busca imponerse ante otro utilizando la fuerza y causándole lesiones corporales. En los casos leves no requiere de atención médica. También ocurren otros graves como quemaduras, fracturas y hematomas que van en contra de la integridad física de la persona y que, en situaciones extremas, puede llevar a la muerte.

Violencia sexual

Sucede cuando una persona es obligada a mantener cualquier tipo de relación o contacto sexual. Incluye el acoso, la violación, el incesto y el abuso, entre otros. Este tipo de violencia familiar es muy grave, puesto que atenta directamente contra la estabilidad emocional de la víctima. En muchos de los casos tarda en ser identificada puesto de la persona maltratada se niega a denunciar.

Consecuencias de la violencia doméstica

Son múltiples las consecuencias de la violencia familiar. Lo peor de todo es que afecta a todos los miembros de la familia, sin distingo de edad. Afecciones de salud, trastornos emocionales y de conducta son algunas de los problemas que manifiestan las víctimas. Aquí se reseñan algunas de las consecuencias de la violencia familiar.

Consecuencias en menores

Los niños y niñas son muy vulnerables ante los hechos de violencia familiar y las consecuencias sobre éstos son tremendas. En ello inciden factores como la edad, la etapa evolutiva en la que se produce la violencia, ya sea víctima o testigo de las acciones violentas.

En lo que se refiere a la parte física, los infantes víctimas de violencia presentan retraso en el desarrollo y crecimiento; irregularidades en el control de esfínteres, dolores físicos y alteraciones del apetito y del sueño. Cuando son objeto de la violencia presentan lesiones y heridas en el cuerpo.

En el aspecto emocional, se identifican situaciones de depresión y ansiedad, estrés postraumático y baja autoestima. A nivel cognitivo puede presentar problemas con la concentración y el aprendizaje, retraso en el desarrollo verbal y bajo rendimiento escolar. En el aspecto conductual, puede presentar comportamientos agresivos. En la adolescencia pueden aparecer conductas autodestructivas y delictivas, así como el consumo de alcohol y otras drogas.

Afectación en adultos

Así como en los niños y niñas, la violencia familiar  produce consecuencias, en la vida de la persona adulta también en tres niveles: el físico, el psicológico y el conductual. En el caso de los adultos se hace más difícil identificar los casos de abuso, por cuanto éstos tratan de minimizar o esconder los hechos, puede ser por vergüenza o temor. Algunas de estas consecuencias se mencionan a continuación:

En lo que corresponde al nivel físico, se hacen evidentes los golpes, las quemaduras, las heridas y todo tipo de lesiones. Esta situación suele afectar el sistema inmunológico de la víctima, haciéndola más propensa a padecer enfermedades. Asimismo, producto del estrés pueden aparecer náuseas, dolores de cabeza y problemas estomacales, entre muchos otros.

A nivel psicológico, la persona puede presentar estrés postraumático, baja autoestima, depresión, disfunción sexual, sentimientos de culpa y vergüenza. En lo que corresponde al aspecto conductual y social, la persona puede expresar sentimientos hostiles, desconfiar de las personas, aislarse socialmente. En casos más graves, puede presentarse el abuso de sustancias, como alcohol y drogas, e intentos de suicidio.

Consecuencias en las personas mayores

Los ancianos y las personas que presentan alguna discapacidad, física o intelectual, son considerados dentro del rango de mayor vulnerabilidad de la violencia familiar. Uno de los factores que inciden en ello es que, en la mayoría de los casos, estas personas dependen física y económicamente de la persona maltratadora, lo que empeora la situación.

En el aspecto físico, los golpes y lesiones suelen dar paso a consecuencias mayores. También sufren por desnutrición, falta de higiene, deshidratación, carencia de tratamiento médico y medicinas, lo que se traduce en abandono físico. En el ámbito emocional manifiestan sentimientos de indefensión y abandono, de soledad e inutilidad. Esto los lleva a la ansiedad y la depresión. En el área social, el aislamiento es una de las consecuencias más evidentes; en unos casos es voluntario, pero en la mayoría de los casos que impuesto por el agresor.

Tanto las causas de la violencia familiar como sus consecuencias pueden prevenirse. Para ello se requiere de campañas educativas y de prevención, tanto de la familia como de cada uno de sus integrantes. El amor, la aceptación, la tolerancia y el respeto son necesarios dentro de todo núcleo para garantizar la armonía y el bienestar de sus miembros.

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