Descubre El Perfil Del Maltratador Psicológico Sutil
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¿Cómo Es El Perfil Del Maltratador Psicológico Sutil?
- Son personas sumamente intolerantes
- Al inicio resultan encantadores
- Cuentan con una gran habilidad de seducción
- Predomina por encima de todo su deseo de ser autoridad
- Talentosos especialistas en la manipulación emocional
- No tienen la capacidad de ser autocríticos
- Carecen de inteligencia emocional
- Clara insensibilidad y crueldad en relación a los sentimientos del resto
- Realizan falsas promesas
- La mentira es su máximo aliado
- Poseen pensamiento dicotómico
- Psicológicamente muy inflexibles
- Intentan siempre aislar socialmente a sus víctimas
- No saben cuándo parar
- Buscan ejercer el papel de víctima
- En el fondo se sienten muy solos
- ¿Siempre es la pareja quién maltrata psicológicamente?
- ¿Qué se conoce como maltrato psicológico familiar?
- Conclusión y recomendaciones generales
A pesar de que un sinnúmero de personas no tiene conocimiento de ello, existen muchos tipos de maltratos en la actualidad. Por tal motivo, para ayudar a las víctimas, el día de hoy hemos querido hablar acerca del Perfil Del Maltratador Psicológico Sutil y cómo identificarlo rápidamente. ¡Quédate y aprende con nosotros!
¿Cómo Es El Perfil Del Maltratador Psicológico Sutil?
Por lo general, vemos que las personas tienen la percepción de que el perfil de un maltratador psicológico debe estar obligatoriamente asociado a un individuo bastante violento, que cada vez incurre más en comportamiento obsesivos e irracionales.
Por ello, es fundamental tener en consideración que, dado que el maltrato psicológico no es físico, este lleva consigo una elevada jerarquía de poder y una relación de sumisión emocional. Además, que pese a lo que muchos creen, en ocasiones las mujeres también pueden asumir el rol de agresoras.
Inclusive, es importante destacar que, los principales rasgos del perfil del maltratador psicológico sutil, no varían según su sexo. Al ser alguien que busca en base a su imperiosa necesidad el sentirse poderoso y controlar la relación, este intentará anular de manera paulatina a su pareja para así situarse por encima de ella.
Dicha dominación, será ejercida al principio de una forma sutil por medio del chantaje emocional, con la finalidad de generar sentimientos de culpabilidad en su víctima. La manipulación no suele ser sistemática, pues si lo fuese la pareja pudiese darse cuenta y ponerle fin al asunto.
Por lo tanto, el proceso es silencioso, pero muy devastador para la persona que lo sufre. A medida que pasa el tiempo, van aumentando los sentimientos de inseguridad e inferioridad, por ende, se vuelve más aislada y dependiente de su agresor.
Allí, en ese justo momento, es cuando aparecen las conductas agresivas directas y la imposición continua. Pero, sin dar más vueltas en el asunto, en la mayoría de los casos un maltratador psicológico presenta las siguientes características dentro de su personalidad:
Son personas sumamente intolerantes
En el perfil de los maltratadores psicológicos sutiles, destaca que son personas que no toleran las diferencias. Estos no aceptan las diferencias de opiniones, gustos, actitudes, comportamientos o decisiones. Básicamente se trata de un ser humano repleto de prejuicios y bastante rígido en cuanto a sus pensamientos.
Al tratarse de personas intransigentes, tienden a ejercer maltratos emocionales basados en su inflexibilidad recurrente. Por consiguiente, a menudo sus opiniones vienen cargadas*de agresividad, negatividad, estereotipos y poca educación
Reacciona con mucha agresividad cuando algo no está de acuerdo a sus planes y expectativas, debido a que piensan que en ninguna situación pudiese existir algún motivo que sea más trascendental que su propia voluntad.
Al inicio resultan encantadores
Pese a lo que se dijo en el apartado anterior, al principio esta clase de personas se presentan como muy amables, detallistas y encantadoras, en especial con su futura víctima. En las primeras etapas de la relación, ocultan su verdadero “yo” y procuran ganarse la confianza de su posible pareja.
Tienen un conocimiento certero de cómo deben comportarse hasta que puedan mostrar su verdadera personalidad. De este modo, al lograr instaurar una relación, finalmente le recalcan al otro todas sus debilidades emocionales y ponen en marcha su comportamiento destructivo y controlador.
Por esta razón, con poca frecuencia sucede que las personas que comparten muy de cerca con un maltratador, se den cuenta y lo reconozcan. Ante ellos siempre serán seres afables, carismáticos y a los cuales a simple vista no se les percibe su auténtica intención.
Como consecuencia, pasa que, al ser la víctima su principal centro de ataques, cuando abre los ojos esta y tiene conciencia de con quién está tratando, se sorprende muchísimo al descubrir sus intenciones y su personalidad violenta y destructiva.
Cuentan con una gran habilidad de seducción
En relación al punto que se mencionó anteriormente, así como los maltratadores psicológicos son encantadores en un inicio, para conquistar a sus víctimas también hacen uso de su impactante capacidad de seducción.
El arte de la seducción es algo que a ellos se les da muy bien, y la utilizan para su propio beneficio. Con esto atraen a sus objetivos y los enamoran a un punto inimaginable, sin pensar tan solo un segundo en qué hay detrás de ello.
Predomina por encima de todo su deseo de ser autoridad
De la misma manera que son intolerantes, los maltratadores psicológicos son autoritarios y déspotas. En líneas generales, sus rasgos principales son los de ser antidemocráticos, controladores e intransigentes.
Por lo habitual, creen que su forma de ver las cosas y de pensar son las únicas que existen, o al menos las más idóneas. Dentro de su cabeza no entra que el resto de las personas puedan tener la razón, por ende, absolutamente todos tienen que someterse a su voluntad.
Resultan unos claros amantes del orden, pero desde un punto de vista bastante subjetivo, lo que quiere decir que todo es en base a su criterio personal. Para ellos da igual si tienen o no la razón, pues si no se les obedece aumentará su ira.
Para lograrlo, emplean toda clase de amenazas que bien saben que afectan a su pareja. Siempre procuran buscar el punto débil del otro más allá de su aspecto físico, por ejemplo, los hijos, bienes inmuebles, mascotas e incluso, amenazar con un posible suicidio si se toma una decisión diferente a la que quería.
Asimismo, con frecuencia utilizan un modo de expresión irónico en busca de provocar una mayor inestabilidad emocional en sus víctimas. Su meta primaria es que las víctimas le obedezcan y, si llegara a pasar algo fuera de los parámetros establecidos, hacerlas sentir culpables e inútiles.
Esto debido a que no sólo se desea con fervor controlar al otro, sino también a todo su entorno, a pesar de que la persona que siempre pagará sus inestabilidad e iracundia es esa misma a la que quiere controlar y la que hará sentir asfixiada emocionalmente.
El control no puede salirse de sus manos
Un rasgo muy común entre los maltratadores psicológicos es que son demasiado controladores. Sienten una obligación moral ante si mismos por estar encima de todos, sea cual sea la situación. Pareciera que no pudiesen luchar contra el sentimiento de superioridad y de controlar a los demás
Decimos pareciera, porque en el fondo se trata de personas que luchan a diario con una inmensa inseguridad y tienen un miedo constante a ser desenmascarados. Tras el paso de los años, el control se convierte en su aliado más preciado para tapar su baja autoestima y que, nada ni nadie, pueda escapársele y atentar en contra de él.
Por tal motivo, resulta normal observar que acuden con frecuencia a la manipulación emocional y así seguir aprovechándose de todo aquel que se lo permite, mientras manipulan también todo lo que se encuentre a su alrededor.
Lo habitual es que hagan uso de diversas técnicas de las que tenemos conciencia, pero no nos acordamos en el momento, tales como: fingir una enfermedad, plantear amenazas de suicidio, crear situaciones de miedo rotundo, etc. De esta forma, buscan crear niveles altos de desestabilización en sus víctimas y que así que no logren imaginarse una vida alejada de ellos.
Talentosos especialistas en la manipulación emocional
Las personas que suelen desempeñar el papel de maltratador psicológico, son manipulares innatos. Estas recurren al chantaje emocional para manipular a sus víctimas y obtener lo que desean rápidamente. De igual modo, siempre tienen en mente comportarse según sus intereses y, si así lo precisan, culpabilizar, incomodar y generar miedo en los otros.
Es usual que hagan sentir mal al prójimo utilizando su impresionante don, y los hagan parecer los culpables de algo que claramente no han hecho. Al ser tan chantajistas, sus víctimas disponen de una percepción bastante distorsionada en las que sus agresores son sus salvadores, por lo que terminan en sus manos sin darse cuenta.
A pesar de que, en ciertas oportunidades muy excepcionales, los maltratadores lo hacen sin tener la conciencia suficiente de que están manipulando al resto, los demás si presentan un notable sentimiento de que hicieron algo mal, aunque que necesariamente no fue así.
No tienen la capacidad de ser autocríticos
Otro aspecto que define a esta clase personas es que son psicológicamente rígidas, por lo tanto, siempre creen que sólo existe una verdad y les resulta imposible aceptar críticas. A causa de su impactante rigidez, cualquier crítica será percibida como un irrespetuoso ataque a su identidad y a su manera de interpretar la realidad.
Dentro del perfil del maltratador psicológico sutil, nunca existirá cabida para una pequeña posibilidad de que se trate de una crítica netamente constructiva. La única manera posible de suavizar la situación sería que viva una experiencia que lo marque a tal punto, que se vea en la obligación de cambiar su punto de vista.
Como consecuencia de sus notables faltas de habilidades y sensación de fracaso, los que más reciben su maltrato son sus víctimas que, con gran rapidez, se convierten en su chivo expiatorio. Esto también nos da entender que, sin lugar a dudas, los agresores tampoco saben cómo llevar a cabo una autocrítica o al menos no una de una forma sistemática.
Disponen de una notable destreza para criticar
Dado a que son personas hipersensibles a las que no le encaja bien las críticas y se ofenden con facilidad, los maltratadores psicológicos si se sienten ofendidos no dudaron en criticar a los demás. Sus flechas nunca estarán dirigidas hacia ellos mismos, sino más bien apuntando al resto.
Pasan mucho tiempo estudiando a las personas de su alrededor para hallar sus puntos débiles y luego utilizarlos en conseguir sus objetivos. Los objetivos están enfocados en que sus víctimas no se sientan bien consigo mismos jamás. Inclusive, tienen la destreza de inventar con suma facilidad defectos para ello.
Sus críticas tienden a ser destructivas, ya que con ello no buscan ayudar al crecimiento personal de nadie, sino todo lo contrario, hacerlos creerse inferiores para finalmente someterlos. El pagar a diario sus errores, críticas recibidas o un mal momento en el trabajo, es muy común, por lo que sus parejas se convierten en su saco de boxeo para desestresarse.
Carecen de inteligencia emocional
Los maltratadores psicológicos no se caracterizan por tener una impresionante inteligencia emocional, al contrario, son personas que padecen de labilidad emocional. Esto quiere decir que, al no contar con un óptimo autoconocimiento de su ser, no reaccionan emocionalmente cómo se debe. Sus reacciones con respecto a todo suelen ser extremas, intensas e irracionales.
Aunque quieran controlar a las demás personas, a menudo se les cataloga como analfabetas emocionales, puesto que cuentan con un inadecuado control de sus sentimientos y emociones, se comportan impulsivamente y no reflexionan acerca de su vida interior.
El problema reside en que, quienes se encuentran a su lado, constantemente están en una cuerda floja, ya que el maltratador puede pasar de manera inesperada y con gran rapidez de un buen humor y mostrarse afable, a sentirse muy irritado y profundamente molesto y agresivo.
Su entorno se afecta muchísimo día tras día y vive con un enorme sentimiento de incertidumbre de lo que puede pasar. No disponer de una tranquilidad plena en la cotidianidad, es una de las peores sensaciones que puede sentir una víctima.
Clara insensibilidad y crueldad en relación a los sentimientos del resto
Este tipo de personas no logran ser empáticos con los de su alrededor, no intentan por ningún motivo colocarse en el lugar de la víctima para ver desde su perspectiva. Por lo contrario, con frecuencia asumen una postura egocéntrica y muy egoísta ante cualquier circunstancia, en búsqueda de su propio beneficio y de ser siempre los ganadores.
Dicha insensibilidad es lo que les permite manipular y actuar de forma cruel sin sentirse culpables, ni presentar sentimiento alguno. No sólo agreden psicológicamente a sus parejas, sino que también extienden esta clase de comportamiento hasta sus hijos, familiares, amigos y mascotas. A simple vista se observa su falta total de compasión.
Realizan falsas promesas
Como sucede con los perfiles de maltratadores promedios, los maltratadores psicológicos sutiles están muy conscientes de que en cualquier momento sus víctimas pueden alejarse de ellos. Por tal motivo, cuando se dan cuenta que están perdiendo el control sobre ellas, rápidamente realizan un sinfín de falsas promesas para tenerlas controladas por mucho tiempo más.
Es normal que, después de actuar mal, parecen arrepentidos, prometen cambiar su comportamiento y pidan perdón. Sin embargo, esto es una total farsa, no sienten arrepentimiento por nadie y no se proponen de verdad cambiar lo que han sido hasta entonces.
No lo dicen porque realmente no va a pasar de nuevo, sino porque este es el único modo de cumplir sus objetivos y alegrar a las personas por un breve momento, a pesar de que apenas suceda un improvisto en su entorno, volverán a sus fechorías.
Sus disculpas no tienen valor alguno, nada más lejos de la realidad, por el simple hecho de que estos maltratadores nunca estarán dispuestos a modificar sus pensamientos y conductas. Al no tener empatía, es difícil que se sientan tristes por sus malas acciones.
La mentira es su máximo aliado
Como ya te pudiste haber dado cuenta, el perfil del maltratador psicológico sutil destaca porque es capaz de hacer cualquier cosa con el fin de alcanzar todas sus metas, sin importar a quien haga daño. Por ello, con frecuencia hacen uso de la mentira como su principal aliado.
Se tiene que estar sumamente consciente de que, por más agasajos que existan, son unos expertos en el arte de mentir. Estos lo hacen compulsivamente y manipulando en el camino. Sueltan una mentira tras otras y rara vez dicen la verdad, porque siempre están pendientes de herir a alguien más.
Poseen pensamiento dicotómico
Al tratarse de personas psicológicamente rígidas, estas también presentan pensamiento dicotómico, lo que quiere decir que los maltratadores psicológicos tienden a construir su realidad basados en categorías. Para ellos básicamente todo es blanco o negro, bueno o malo, o estás a su lado o estás en su contra.
Debido a que ven la vida en blanco y negro y no contemplan los colores, con ellos no existen los matices, ni muchos menos las medias tintas. Por ende, es imposible entrar en debates o discusiones para que vean diferentes puntos de vista. Este modo de pensar tan cuadrado, dificulta de una manera significativa sus relaciones con los demás y les conduce a constantes enfrentamientos.
Dicho comportamiento, se desarrolla generalmente en maltratadores que han crecido en familias desestructuradas, en las cuales los han tratado de tal forma por mucho tiempo. Por lo que el agresor creció y no aprendió a perdonar, a ver las circunstancias de cada situación y, por supuesto, a admitir sus errores.
Psicológicamente muy inflexibles
Este punto va de la mano con el anterior, el perfil del maltratador psicológico sutil es el de un individuo bastante inflexible que persigue una sola verdad, la suya. Son personas que piensan que nunca hay espacio para el diálogo y el consenso, ni muchos menos al ceder ante las opiniones de los demás.
No cambian fácilmente de forma de pensar y se convencen en su totalidad de que solo su verdad es la que existe en el mundo, pues todo lo que no encaje con su pensamiento es erróneo. Por lo general, se ubican en categorías relativamente inflexibles y estancadas.
Esto ocasiona que empaticen muy poco con el resto y que muchas personas no deseen entablar una conversación con ellas, ya que tras unos cuantos minutos surgirá algún conflicto a causa de su incapacidad de conversar en donde existan diferentes opiniones. La razón nunca será de su interlocutor, de modo que las relaciones interpersonales nunca serán sanas tampoco.
Los maltratadores psicológicos siempre buscan desconectar a sus víctimas, es decir, separarlas intencional o inconscientemente de sus familiares y amigos. Este resulta uno de sus principales objetivos, debido a que así la está obligando a una sumisión total.
La idea es que la persona atacada se sienta amenazada y tenga miedo al querer hablar con otros del tema. En ocasiones, incluso la víctima se ve en la necesidad también de alejarse de su entorno laboral, para que así esté totalmente a la merced de su abusador.
No saben cuándo parar
Si tomamos en cuenta que, los maltratadores psicológicos no disponen de una gran capacidad de reflexión, no nos debería sorprender que son personas que no saben cuándo detenerse. Su lema podría ser la afamada frase “El fin justifica los medios”.
A esta clase de individuos no les importa para nada el sitio en donde se encuentren, ni las personas que están a su alrededor. Si para ellos es conveniente montar un espectáculo, lo hacen sin pensarlo dos veces. La degradación por la que podría pasar su víctima en el trayecto parece inadmisible, si está haciendo que viva un auténtico calvario.
Buscan ejercer el papel de víctima
Como penúltimo rasgo hallamos el de intentar siempre ser la víctima, pese a que nunca lo son y les encanta hacer daño detrás de sus ocultas intenciones. Al tratarse de personas que están culpando a otros la mayor parte del tiempo, suelen adoptar el rol de víctima para justificar todas sus acciones.
Un ejemplo de ello es cuando los maltratadores psicológicos dicen frases como: “Tú no me quieres, prefieres pasar más tiempo con otras personas que conmigo” o “Me tienes en un total abandono, lo que quiere es darme a entender que no me quieres”.
En ningún momento podemos olvidar que, para tapar lo que hacen, se han convertido en expertos del falso victimismo. Cada una de sus acciones, las cuales buscan ejercer un claro daño psicológico en sus víctimas, suelen ser continuas, pero no obligatoriamente tienen que ser directas.
En el fondo se sienten muy solos
Para finalizar, hay que dejar bien en claro que, tal daño psicológico ejercido en sus víctimas, es porque muy en el fondo tienen un profundo sentimiento de soledad. De hecho, como si se tratase de un cuadro depresivo, los maltratadores psicológicos creen que incluso ni con millones de personas a su alrededor llenarán el vacío que tienen.
Tanto es así que, como lo explicamos con anterioridad, una de las principales características de un maltratador psicológico y de una relación tóxica es esa, la de buscar a toda costa aislar a su pareja para así no sentirse tan solo.
¿Siempre es la pareja quién maltrata psicológicamente?
Una vez que hemos indagado en el perfil del maltratador psicológico sutil, podemos pasar hablar acerca de las dudas que a muchos le surgen con respecto a este tema. La más frecuente es que si siempre es la pareja quién maltrata psicológicamente, y la respuesta es no.
Sin embargo, si entendemos el porqué de la duda. Es bastante común que cuando pensamos en maltratadores psicológicos, los relacionamos inmediatamente con relaciones de pareja. Aunque con frecuencia las relaciones de maltrato se dan este tipo de escenario, también pueden darse en otros casos en los que suceden dentro de familias, amistades e incluso trabajos.
En estos casos puntuales, la detección tiende a ser un poco más complicada, puesto que son situaciones en las que las autoridades aún no identifican claramente como maltrato. Pese a ello, la recomendación es la misma, salir de allí cuanto antes. Nunca se le debe dar el permiso a nadie de acabar con nuestra autoestima.
¿Qué se conoce como maltrato psicológico familiar?
En síntesis, cuando se hace alusión a un maltrato, nuestra cabeza nos transporta a situaciones en la que están incluidos golpes, insultos y amenazas. No obstante, a pesar de que ese si es un claro tipo de maltrato, el físico, lamentablemente no es el único maltrato que existe.
Hoy por hoy, podemos encontrar tantos tipos de maltratos como relaciones interpersonales pueden establecerse, tales como:
- Violencia de género: esto es igual a maltrato físico y/o psicológico de hombres hacia mujeres (en una buena parte de los casos) o de mujeres hacia hombres.
- Violencia intrafamiliar: a esta se le conoce simplemente como violencia dentro del hogar, y suele centrarse en el maltrato de padres hacia hijos o cualquiera de los integrantes del núcleo familiar hacia un niño. Con menor frecuencia, también se observa la de hijos hacia padres, nombrada como violencia filio-parental.
- Bullying: este es cuando hablamos del ámbito educativo, en donde se presenta el acoso físico y/o psicológico de forma continua a un alumno por parte de sus compañeros con el objeto de someterlo.
- Acoso laboral: por último, se puede mencionar al anglicismo mobbing, como se le denomina en muchos países, en el que, como su nombre lo indica en español, se hace referencia a la acción realizada por uno o varios hostigadores, en la cual se busca generar miedo, terror, desprecio o desánimo en uno de sus compañeros, para así afectar su desempeño laboral.
Tal y como lo dijimos antes, en el caso en específico del maltrato psicológico familiar, al concebirse como un lugar seguro ante toda clase de peligros, este puede pasar por desapercibido con frecuencia y no se le concede la atención inmediata necesaria. Pese a la creencia de muchos, los maltratadores psicológicos familiares si existen.
El concepto podría definirse como todo aquel maltrato efectuado por un familiar, cercano o no cercano, en el que se ve afectado notablemente la vida o la integridad física o psíquica de una persona. Actualmente, es catalogado como una especie de violencia invisible que suele ser justificada por sus víctimas.
Esto a un punto que hay quienes se culpabilizan por el problema e inclusive justifican las acciones de su agresor por el afecto que sienten hacia él. Se tiene la creencia de que, al suponerse que la persona agresora tiene algún sentimiento de afecto y protección hacia su víctima, el daño infligido es mucho más grave en búsqueda de cambiar el sistema de valores establecido.
Conclusión y recomendaciones generales
Sabemos que la mayoría de las personas asocian los términos “familia” o “relación de pareja” con conceptos que se asemejen a seguridad, confianza, estabilidad emocional y, el más idealista de todos, el amor. Sin embargo, esto no es así, a pesar que de que muchas veces se utiliza familia como sinónimo de hogar y protección.
La violencia psicológica ejercida en una persona durante mucho tiempo puede ocasionar a la larga graves sentimientos de baja autoestima, estrés, ansiedad, adicciones a sustancias psicoactivas y, en el peor de los casos, intentos de suicidio.
Por tal motivo, es que hemos querido culminar el artículo dando una serie de consejos que de seguro le serán de gran utilidad a cualquiera en un momento fatal como este. A continuación, presentaremos las recomendaciones generales en estos casos:
- Analiza cada una de las señales de posible maltrato psicológico que demuestra tu agresor. De este modo, cuando aparezca, aunque sea una de ellas, puedas marcar tus límites y condiciones y así esta clase de violencia emocional no vuelva a suscitarse.
- Procura lo máximo posible reforzar tu círculo social. Cada cierto tiempo llama a tus amigos, planea salidas y no pierdas el contacto con ellos, ni tampoco con tus familiares. Si ya es algo tarde para ello, retoma tus viejos hobbies y conoce gente nueva a partir de eso.
- En los momentos en el que se cuestionen tus logros y opiniones, ten en mente siempre la veracidad de tu criterio. Valóralo, atesóralo y mantén tus posturas, para que nadie te haga pensar que no tienes la suficiente inteligencia como para hablar o dar entender los motivos por los que haces algo.
- Ponle fin a las discusiones cuando sea necesario. Si notas que vuelve a recriminarte algunos errores del pasado o que está volteando la tortilla para victimizarse, finaliza la discusión y retómala más tarde cuando hayas reafirmado nuevamente todos tus argumentos.
- Mantén tu independencia y autosuficiencia, de manera que fomentes tu individualidad sin pensarlo. Así el agresor entenderá que eres una persona independiente y que debe buscar ayuda si quiere continuar su relación contigo.
- Finalmente, trabaja en un plan de salida. Esto para quienes noten que su agresor puede llevar el maltrato psicológico aún más lejos. Es crucial que se lo cuentes a tu círculo más íntimo y salgas de la situación cuanto antes posible. Si sientes que no puedes hacerlo, existen profesionales a los que les puedes consultar y pedir una ayuda en estas situaciones críticas.
Para concluir, debemos recalcar que es vital identificar la violencia psicológica y contactar a las autoridades si el asunto se sale de nuestras manos o visitar a un especialista si el problema apenas comienza.
Si este artículo fue de tu agrado, no te vayas sin antes leer:
- Tipos de violencias psicológicas
- Causas de la violencia familiar
- Causas de la Violencia en el Noviazgo
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