Descubre los tipos de duelo y sus características

El duelo es un proceso psicológico que experimentan las personas ante una pérdida. Tiene diferentes dimensiones y fases, que permiten superarlo de acuerdo con las características psicológicas y emocionales de cada individuo. Conoce aquí cuáles son los Tipos de duelo y algunos consejos para afrontarlo.

TIPOS DE DUELO

Índice de Contenido

¿Qué es el duelo?

El duelo es considerado como uno de los procesos más difíciles de afrontar por el ser humano. La mayoría lo asocia con la muerte, aunque puede estar vinculado a la pérdida de alguien o algo muy querido. La experiencia del duelo es personal, por lo que existen varios tipos de duelo, los cuales se relacionan con la forma como la persona afronta el problema. Además de la muerte de un ser querido, el duelo puede ocurrir ante la ruptura de una relación de pareja o la pérdida del empleo de muchos años, entre otras causas.

Para superar el duelo, la persona debe atravesar diferentes etapas que no necesariamente obedecen a una secuencia, sino que están estrechamente ligadas a la manera en que la persona asume la situación dolorosa que atraviesa. El duelo tiene en sí mismo una dimensión física, filosófica, cognitiva y conductual que ha sido objeto de estudio a lo largo de los años.

Muchos investigadores sostienen que el duelo es un proceso natural del ser humano ante la pérdida, vinculado directamente con las emociones. Hoy en día se discute el tema del duelo en otras especies animales y si éstas experimentan los mismos sentimientos que el hombre ante la muerte de sus semejantes.

Tipos de duelo

El duelo, como proceso psicológico y social  ante una pérdida, ausencia o abandono, es una experiencia diferente en cada persona. Para unos puede suponer tristeza o dolor, mientras para otros se puede hacer presente la ansiedad, la negación, la depresión e, incluso, el shock emocional. Aunque cada caso es único y debe ser abordado como tal, existen ciertas características similares que han permitido a los especialistas agrupar los tipos de duelo. A continuación se mencionan.

Duelo anticipado

En este caso, la persona ha comenzado a vivir el duelo antes de que ocurra la pérdida. Esto ocurre cuando el sujeto sabe de antemano que el hecho doloroso va a suceder de manera irremediable, por lo que comienza a experimentar cada una de las fases del duelo de manera anticipada. Ocurre con frecuencia en las situaciones donde hay un familiar o ser querido con enfermedad en fase terminal.

TIPOS DE DUELO

En el duelo anticipado, el proceso suele seguir el proceso habitual, por lo que la persona vive experiencias que le preparan para cuando ocurra la pérdida. Aunque puede prolongarse un poco más que los otros tipos de duelo, el anticipado no es tan agudo, puesto que permite a la persona asumir los hechos con más calma.

Duelo sin resolver

Como su nombre lo indica, aquí la fase de duelo está presente y las etapas se suceden de forma más lenta en el tiempo. Este tipo de duelo se identifica cuando han pasado más de 18 meses y la persona aún no supera la pérdida.

Duelo crónico

En uno de los tipos de duelo en los que el sujeto expresa el dolor por la pérdida durante mucho tiempo, llegando a manifestar sentimientos de desesperanza y renuncia. Aquí, las personas se sienten incapaces de volver a su vida normal y se quedan anclados en el pasado, imposibilitados de poder seguir adelante sin la persona que perdieron. Constantemente, reviven momentos y situaciones pasadas con esa persona y el momento de su muerte.

Duelo ausente

Quien lo vive se niega a aceptar la pérdida, principalmente cuando es la muerte de un ser querido, esperanzada en un posible regreso de la persona amada. En este tipo de duelo, se pueden experimentar situaciones de ansiedad que pueden requerir atención especializada. Esto retrasa la evolución normal del proceso de duelo. Se vive con mayor intensidad la negación de los hechos ya que, pese al paso del tiempo, la persona mantiene su negativa de aceptar y enfrentar lo ocurrido.

Duelo retardado

Pese a que sigue el proceso de duelo, en este caso la persona se tarda en iniciarlo. Ocurre en aquellas personas que controlan sus emociones en exceso y que se muestran fuertes, pero tarde o temprano aceptan lo ocurrido y deciden vivir su duelo hasta superarlo. Esto puede suceder en aquellas personas que, tras la pérdida, deben resolver muchas cosas, como el cuidado de la familia, y no se dan el tiempo de vivir su proceso.

TIPOS DE DUELO

Duelo congelado o inhibido

En este tipo de duelo, las personas no muestran señales de afectación o dolor en la primera etapa. Se puede presentar cuando quien lo vive no sabe cómo expresar sus sentimientos y reacciones ante la pérdida. Con frecuencia, se acompaña de manifestaciones somáticas pero, a diferencia del duelo ausente, este tipo de duelo no se da como mecanismo de defensa.

Duelo desautorizado

Suele darse en padres que han perdido a sus hijos durante la fase perinatal. A diferencia de los otros tipos de duelo, en este existe proximidad temporal entre el nacimiento y la muerte del ser querido. Quienes los experimentan, suelen mostrar comportamientos de shock, aturdimiento y una acentuada dificultad de incorporarse a las actividades normales. Ocurren casos en los que el entorno no acepta el duelo que vive la persona, lo que hace más difícil el proceso, ya que debe reprimir lo que siente.

Duelo distorsionado

Suele aparecer en las personas que reaccionan de manera desproporcionada ante la pérdida. Ocurre con frecuencia cuando el individuo ha experimentado una pérdida de manera reciente y vuelve a atravesar por la misma situación. Un ejemplo de ello es cuando la persona está atravesando un duelo por la pérdida del padre cuando, al fallecer su madre poco tiempo después, revive la situación dolorosa.

Duelo ambiguo

Este tipo de duelo puede manifestarse de distintas maneras. En una de ellas, el individuo asume de manera consciente que el ser querido está ausente físicamente, pero no psicológicamente, como ocurre con las personas desaparecidas, pues no se sabe si están vivas o muertas. También ocurre lo contrario, cuando se considera que la persona está presente físicamente más no psicológicamente, como ocurre con los familiares de personas que sufren demencia.

Duelo exagerado o eufórico

Este es uno de los tipos de duelo que se expresa de tres formas distintas. La primera es con la reacción intensa ante la pérdida; la segunda, con la negación de la muerte, por lo que la persona actuará como si el ser querido estuviese con vida; la tercera, aceptando la muerte, pero con la seguridad que ha sido para beneficio hacia sí mismo.

Duelo enmascarado

En este tipo de duelo, la persona que ha sufrido la pérdida manifiesta síntomas que agudizan el sufrimiento. Sin embargo, estas somatizaciones no son asociadas por la persona con la pérdida y el duelo, sino que lo consideran un hecho aislado.

Duelo psiquiátrico

En este caso, la persona que experimenta el duelo puede llegar a desarrollar patologías psiquiátricas. En el comportamiento histérico, la persona se identifica de tal manera con el fallecido al punto de presentar síntomas idénticos a los que le llevaron a la muerte. Si el comportamiento desarrollado es obsesivo, la persona comenzará a padecer una depresión grave que llega a volverse crónica, tal vez motivada por un sentimiento de culpa. Cuando el trastorno es maníaco, la persona alterna cuadros de excitación y humor explosivo con otros depresión profunda.

Duelo en niños

Va a estar estrechamente relacionado con la edad del niño o la niña, ya que está determinará su capacidad de comprensión ante la situación que vive. Si se encuentra entre los dos primeros años de vida, el pequeño puede percibir la separación de la persona fallecida, más no comprende lo que ocurre pues aún no maneja el concepto de la muerte y su significado.

Entre los cuatro y los seis años, comienzan a comprender el hecho de la muerte, pero consideran que es algo temporal y que la persona muerta puede regresar en cualquier momento. En esta edad, el niño que enfrenta una situación de duelo puede retroceder en el manejo de algunas conductas propias de su edad, como el control de esfínteres.

A partir de los seis y hasta los nueve años, el niño puede entender lo que es la muerte. También en esta etapa debe tenerse mucha cautela, puesto que los pequeños de esa edad pueden desarrollar sentimientos de culpa si la situación no es correctamente manejada por los adultos.

Estos son los tipos de duelo que puede experimentar una persona ante la pérdida. Es importante destacar que todo duelo debe llevar un proceso sano hasta llegar a superarlo. De lo contrario, deberá tratarse como un duelo patológico, puesto que la persona puede llegar a desarrollar alguna patología.

Fases del duelo

Una de las teorías más conocidas con respecto de las fases que atraviesa una persona hasta superar el duelo, es la planteada en el año 1969 por la psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross. De acuerdo con la especialista, existen cinco etapas del duelo que, aunque no necesariamente ocurren de manera secuencial en la vida de la persona, si se hacen presentes en la mayoría de los casos. Se explican a continuación.

Negación

Se caracteriza porque la persona se niega a aceptar lo que ocurre, de manera consciente o inconsciente. Suele ocurrir como un mecanismo de defensa y es considerada como una conducta normal, ya que es una forma en la que el individuo puede disminuir la ansiedad que siente tras la pérdida. El problema aparece cuando la persona se queda atrapada en esa situación y se niega a afrontarla, por lo que requiere ayuda especializada.

Rabia o ira

En medio del proceso, la aflicción por la pérdida puede arrastrar a la persona a sentir ira, rabia o cólera en la búsqueda de algún culpable. Este sentimiento puede proyectarlo en sí mismo, sintiéndose culpable de lo ocurrido; pero también puede dirigirlo hacia otros, haciéndolos responsables de la muerte o la pérdida.

Negociación

Como un mecanismo para disminuir el dolor ante la pérdida, la persona puede intentar una negociación ficticia, llegando incluso a negociar con seres superiores, según su creencia religiosa. Hay quienes, ante la separación de la pareja, buscan llegar a un acuerdo como seguir “siendo amigos”. Aunque esta etapa no se sostiene en el tiempo, puede contribuir a manejar de mejor manera el duelo y reducir el dolor que éste trae consigo, aunque sea de forma momentánea.

Depresión

En la mayoría de los casos, el afrontar una pérdida puede conllevar a la depresión, puesto que la persona no cuenta con las herramientas emocionales para manejar y superar su duelo. Esta etapa está acompañada de gran tristeza y crisis emocionales, intentando aceptar lo ocurrido. Una vez lograda la aceptación, la depresión desaparece.

Aceptación

Ya en esta etapa la persona acepta lo ocurrido y lo que siente ante ello. Depende de cada quien aceptarla y superarla según su tiempo, ni antes ni después. En esta etapa se da la comprensión de lo ocurrido y ocurre el desapego emocional, de tal manera que la persona lamenta lo ocurrido pero entiende que puede y debe seguir adelante. Si la persona tarda mucho tiempo en aceptar lo ocurrido, se sugiere busque ayuda psicológica para lograrlo.

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